
¿Te imaginas una oficina "encajada" entre edificios? ¿El espacio entre ambos puede ser lo suficientemente grande? Parece que sí...O al menos eso es lo que han pensado estos arquitectos de Moscú...
Parece "colocada ahí por casualidad", pero en realidad este proyecto pretende ser el modelo de las nuevas oficinas de las grandes ciudades.
Palacios donde habitaron Zares, majestuosos museos y un metro tan lujoso que es conocido como el "palacio subterráneo"... Sin duda, Moscú nos deja varias joyas de la arquitectura, pero en esta ocasión, lejos de ofrecernos la clásica arquitectura propia de la capital rusa, este edificio nos lleva a un espacio modernista e innovador donde los haya.
Conocida como la "oficina parásito", esta pequeña construción de formas asimétricas, ha sido construída por la empresa Zar Bor Architects, con el fín de utilizar el espacio entre los edificios ya construídos.
Como si de un "pasadizo subterráneo se tratase", este tipo de construcción pretende imponerse en las ciudades europeas para maximizar el espacio sobre el que se construyen las viviendas.
Moscú fue la ciudad perfecta para la presentación de este proyecto, ya que esta ciudad ofrece un amplio espacio entre edificios y permite nuevos modelos creativos en ellos. Ocupando un espacio de tres plantas, la original oficina, se divide en paneles en su interior, con el fín de diferenciar ambientes.
Formas imporsibles y una ventana de cristal aún más innovadora, para este edificio que "se retuerce" sobre sí mismo, entre otros dos edificios de Moscú.