
Han sido escenario de las superproducciones más exitosas de todos los tiempos por su paisaje de ensueño. Australia, Grecia, Londres... ¡Hoy viajamos por medio mundo a través de las mejores películas de todos los tiempos!
La Isla de Oahu en Hawai es ya conocida por medio mundo, gracias a la exitosa serie de televisión "Perdidos". Pero lejos de ser una isla desierta, Oahu, es la isla más poblada de Hawai y la capital del estado es la más grande de Honolulu. La serie de ficción se rodó en la parte norte de la isla, menos turística y conocida.
Esta paradisíaca isla también alberga uno de los puertos más conocidos de todos los tiempos: Pearl Harbour y precisamente este también fue escenario de la aclamada película protagonizada por Josh Hartnett y Ben Affleck.
Los bosques nevados, imponentes volcanes y majestuosos fiordos de Nueva Zelanda, fueron el escenario de dos de las películas más taquilleras de todos los tiempos: El señor de los Anillos y Avatar.
La vecina Australia ha servido también como telón de fondo de sagas míticas como la "Guerra de las Galaxias" y películas como "Australia", nos han enseñado la parte "menos conocida" del país, Darwin, un lugar donde te verás inmerso en la cultura aborigen más ancestral y apta para viajeros que anhelen aventura en sus rutas. Recientemente el país, ha servido como escenario de la última película de Leonardo Dicaprio, "El Gran Gatsby", basada en la novela de Scott Fiztgerald.
Si existe un escenario mágico por excelencia, ese es el de la película "Memorias de una Geisha", la adaptación cinematográfica de la novela de Arthur Golden. Rodada en los barrios de Gion y Pontocho de Kyoto, la película nos traslada al barrio de las Geishas de Gion, al interior de una "okiya" o casa de te y a las estrechas calles por sonde paseaba Sayuri.
"Lost in Translation", rodada en esta ocasión en Tokio, nos descubrió a muchos el enigmático mundo de una ciudad que por la noche se llena de luces de neón y de carteles luminosos. Colores rojos, amarillos, fucsias y edificios imponentes, que muchos quieren contemplar, al igual que lo hicieron Scarlett Johansson y Bill Murray.
Cercana a Atenas y rodeada de aguas cristalinas y playas de arena fina, la isla griega de Skópelos se convirtió en el decorado idóneo para el rodaje de la película "¡Mamma Mía!" y las zonas de Milia y Jastani fueron escenario de paseos de una imponente Meryl Streep.
También nuestro país ha sido decorado de muchos films de éxito internacional. Las Islas Canarias han sido escenario de números películas, y precisamente la isla de Tenerife lo ha sido de la superproducción "Furia de Titanes" y la isla es nuevamente decorado de la segunda parte de la saga, que se espera para marzo de 2012.
De esta manera, el rodaje transcurrirá entre terrazas color ocre utilizadas para la agricultura, pueblos de pescadores situados en el Sur de la isla y bosques de pinos y lava.
La isla más septentrional del archipiélago, era el decorado ideal para que Penélope Cruz y Lluís Homar se "perdieran" intentando escapar del celoso marido de esta. Conocida popularmente como la "isla de los volcanes", Lanzarote fue parte fundamental del rodaje de la película "Los abrazos rotos" de Pedro Almodóvar y los viñedos y paisajes volcánicos de La Geria, fueron testigo de paseos de la actriz "fetiche" de Almodóvar.
Pero si hay una isla que ha sido testigo de las batallas de las mejores superproducciones, esa es la isla de Malta. La isla que viera pasar a griegos, romanos, árabes, fenicios, entre otras civilizaciones y que se ha considerado como un lugar estratégico a lo largo de los siglos, sirvió de decorado para los rodajes de "Gladiator", "Troya" y la reciente film dirigido por Alejandro Amenábar, "Ágora".
El aspecto de ciudad antigua y fortificada de La Valleta su capital, nos traslada a tiempos pasados y la ciudad más antigua de la isla, Mdina, fue escenario de disputas entre cristianos y romanos.
Pero lo cierto es que lo que nunca olvidaremos son aquellos paseos románticos por Rodeo Drive de películas como Pretty Woman o los besos de Hugh Grant y Julia Roberts en los jardines del barrio londinense de Nothing Hill.