
Los secretos mejor guardados son los que esconden un gran valor. Y en algún lugar en las afueras de Kiev, entre las estaciones de las localidades de Syvky y Sviatoshyn, se encuentra un gran edificio que encierra toda una reliquia. Dentro de estas cuatro paredes grises reposan las piezas inacabadas de un avión Antónov An-225 en un hangar. Esta aeronave posee el título de una de las mayores hazañas de la aviación soviética, aunque este modelo en concreto yace inacabado.
El Antonov An-225 es una aeronave de transporte estratégico que fue concebida por los ingenieros de la Unión Soviética en los últimos tiempos de la Guerra Fría y es considerada como la más grande del mundo. Esta bestia voladora iba a ser una de las grandes bazas de la URSS para ganar la carrera espacial y mostrar su supremacía aérea ante todo el mundo.
La compañía Antonov, con sede en Kiev, propuso el diseño y le aportó el nombre a este avión, aunque solo uno de los cuatro previstos llegó a cobrar vida. Apodado Mriya (''sueño'' en ucraniano) despegó en el año 1988 y ha estado en servicio desde entonces. Sin embargo, la construcción de un segundo modelo de este prototipo se vio frustrada por el colapso de la Unión Soviética a finales de los años 80 y principios de los 90. Hoy en día, mientras una máquina escribe la historia de la aviación, su hermana gemela solo puede soñar con funcionar algún día.
No obstante, la empresa Antonov afirma que poner a punto este segundo avión sería una cosa fácil. El creciente interés del sector privado en la exploración espacial, el turismo y las necesidades de transporte serán las claves para el futuro del nuevo Mriya. "Cuando hay una necesidad de resolver un problema así, habrá una demanda para completar el segundo avión y aparecerán los inversores", dijo Gennadiy Silchenko, director del programa An-225 de Antonov en una entrevista para la CNN.
Este prototipo se encuentra al 70% de su construcción y según asegura Silchenko, podrían ensamblarse el resto de las piezas rápidamente en caso de que lleguen fondos económicos, que ascienden a 350 millones de dólares. El avión se ha mantenido en alto grado de conservación y no tendría problemas para explotar todas sus capacidades. Silchenko afirma que aunque la compañía aún está abierta para diferentes opciones, la aeronave podría armarse y completarse exitosamente solo en Kiev.
El An-225 sigue siendo el avión más pesado que se haya construido y cuenta con la envergadura más grande de cualquier aeronave en servicio operativo. Tiene un peso máximo de carga de 250 toneladas y es alimentado por seis motores de turbina. Debido a su tamaño, los pilotos necesitan entrenamiento especial para poder maniobrar todos los desafíos que plantea el Mriya.
Un proyecto fallido
La historia del An-225 comienza dentro de la lucha encarnizada entre la Unión Soviética y Estados Unidos por conquistar el espacio. En los años 70 surgieron las necesidades de transportar cargas pesadas al Cosmódromo de Baikonur, en los desiertos de Kazajistán, que fue la plataforma de lanzamiento para el viaje espacial de Yuri Gagarin en 1961, el primer ser humano en llegar al espacio exterior. La carga que precisaba ser transportada era la nave espacial Buran, la respuesta de la URSS al transbordador espacial de la NASA.
La compañía Antonov recibió la orden de construir un avión que pudiera llevar a cabo esta misión. Así surgió el An-225 y el 21 de diciembre de 1988, Mriya transportó con éxito la nave espacial Buran a Baikonur. Tras esta hazaña, la Unión Soviética continuó con su proyecto de construir tres aeronaves más y en 1989 se colocó la primera pieza de un nuevo avión. Pero en 1991 la Unión Soviética colapsó, llevándose por delante el programa del segundo An-225, que se mantuvo con vida hasta 1994.
La guerra tecnológica de la Guerra Fría había allegado a su fin y en este nuevo escenario, esta colosal máquina era irrelevante. Las capacidades del An-225 llegaron a ser excesivas para el panorama de la aviación moderna. El otro modelo de la compañía, el Antonov An-124 con 150 toneladas de capacidad, se encargaba de hacer la mayoría del trabajo y transportar cargas más livianas. Además, los desacuerdos de Ucrania con Rusia que llegaron a su punto álgido en 2014, hicieron a los ucranianos perder proveedores claves para las piezas del avión.
Todo un hito de la aviación
El Antonov An-225 levanta pasiones allí donde vuela. Su diseño ha hecho que muchas personas se reúnan para verlo aterrizar o despegar en alguno de sus vuelos. Por ejemplo, más de 15.000 personas se reunieron en el aeropuerto de Perth, en Australia, en su llegada para una visita en mayo de 2016. Esta popularidad no es casualidad y se la ha ganado a pulso. El
posee en su haber hasta 240 récords mundiales, entre los que figuran el transporte de carga aérea comercial más pesada y el transporte de la mayor pieza de carga individual.
Además, este monstruo del aire contribuyó a salvar vidas. Sus dimensiones transportaron 110 toneladas de suministros a la República Dominicana para ayudar en la vecina Haití después de un devastador terremoto en el año 2010. Y como no podría ser de otra manera, también llamó la atención de los grandes del cine. Un avión generado por ordenador inspirado en el An-225 apareció en la película apocalíptica "2012", una representación similar saltó a escena junto a Vin Diesel en Fast And Furious 6 y sirvió de inspiración para el robot Jetstorm de la película Transformers en 2007.