
Que tu apellido salga como una de las entradas del Diccionario de la Lengua Española (DRAE) debe imponer un carácter, aunque no parece haber hecho mella en Javier G. Miura, miembro de la quinta generación de la famosa dinastía ganadera. Y no se nota, porque Miura y su socio -y compañero de pupitre desde los ocho años-, Luis Cangas, resultan realmente simpáticos y cercanos en las distancias cortas. De señoritos andaluces estirados, nada de nada. Pero no han venido a la sede de elEconomista para hablar de la lidia, sino a presentar a su criatura: un reloj de lujo con sabor español y tecnología y manufactura suiza.
"Muchos modelos de relojes de alta gama están ligados a la Fórmula 1, a la vela, al espacio, pero no había ninguno relacionado con el campo, con una ganadería". Miura y Cangas, "ambos apasionados de los relojes" llevaban madurando la idea unos años, visitando la feria de Basilea y haciendo contactos entre fabricantes y diseñadores suizos. "Queríamos lo mejor. Y lo mejor está en Suiza. El movimiento de nuestro reloj es muy complicado de tener y hemos invertido en él mucho tiempo. Eso por no hablar de la calidad del acero de la caja, del cierre del reloj...".
Una colección de dos piezas
Zahariche, nombre de la finca donde pasta la ganadería Miura desde 1842 y que bautiza esta primera colección de relojes, se compone de dos piezas: Bravura y Nobleza. "La caja, esfera, bisel, correa y agujas de estos relojes son un tributo al toro bravo y a los valores y esencia de la ganadería Miura: nobleza, valor y casta", explica Miura. De hecho, "la caja del reloj tiene un voladizo en su parte izquierda, que representa el característico morrillo del toro de lidia. Visto de perfil, desde la corona y los pulsadores del cronógrafo se intuye la testuz y mirada de nuestros toros", añade.
Los relojes Miura están fabricados en Suiza de una manera muy controlada: sólo 100 ejemplares y con materiales y maquinaria del calibre de mayor calidad y el movimiento mecánico automático ETA 7750.
"La comercialización de los relojes se realizara básicamente online pero estarán también disponibles en las joyerías más emblemáticas de nuestro país y de Latinoamérica -donde la ganadería Miura es toda una institución, sobre todo en Méjico y Colombia-".
¿Su precio? 1.950 euros. No demasiado, observando la calidad del reloj y al comprobar que éste no viene mondo y lirondo, sino que incluye "dos correas de piel de bovino y distintas longitudes para adaptarse a la perfección a los distintos tamaños de muñeca, un estuche de genuina piel de bovino fabricado artesanalmente en Ubrique (Cádiz) con los colores de la divisa Miura con capacidad para tres relojes y un espacio para guardar gemelos, verde y grana, un cierre desplegable con yerro Miura, dos pruebas impresas individualizadas de precisión y hermetismo para cada reloj, una revisión gratuita 30 meses después de la compra y un certificado de autenticidad firmado personalmente por los hermanos Miura, Don Eduardo y Don Antonio".
La marca se pone como objetivo llegar hasta los 650 relojes de venta este año en varias ediciones pero, sobre todo, "consolidar una marca puntera de relojes swiss made con los valores de la marca España, transmitir esta mezcla de bravura y leyenda con lo mejor de la precisión, calidad y tradición de la relojería Suiza". También les gustaría ver lucir uno de sus modelos en las muñecas "del Rey y del Papa".