MADRID, 14 (CHANCE) Una de las mejores formas de distraerse de los problemas es la música y eso es lo que ha querido hacer el violinista libanés, Ara Malikian, en el rastro de Madrid este mismo domingo, dónde ha querido acercar la música a todos.

MADRID, 14 (CHANCE)

Una de las mejores formas de distraerse de los problemas es la música y eso es lo que ha querido hacer el violinista libanés, Ara Malikian, en el rastro de Madrid este mismo domingo, dónde ha querido acercar la música a todos.

Junto a "La orquesta en el Tejado", un proyecto en el que colabora con 15 jóvenes, el violinista ha querido interactuar con el público de una forma muy original y personal. A los pies de la estatua de Eloy Gonzalo un músico desconocido comenzó a tocar el chelo, a él se sumó un contrabajo y luego un violinista y luego otro, y así hasta diez músicos que movilizaban a la masa, todos unidos bajo un mismo director, Ara Malikian.

El rastro de Madrid en el que confluyen una gran mezcla de gustos y personajes se ha convertido en el escenario perfecto para que el violinista interactúe con el gran público, que se convierte en su fiel seguidor al instante, con palmas y bailes que se unen a los suyos. Un amante de la música clásica intenta acercar a todo el mundo su gusto por la música de una forma diferente, con un vestuario diferente y con una imagen innovadora.

Malikian compagina su vida entre la multitud y los grandes teatros, ya que está acostumbrado a tocar en el Teatro Federico García Lorca de Getafe o en el Teatro Lara, lo que no lo impide coger su violín y salir a la calle, deleitando así a todos aquellos que quieran dedicar unos minutos de su vida a la buena música.