Nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste el trabajo que para Telefónica desempeña en Washington Iñaki Urdangarin. Lo que sí se conoce es que le reporta 2,5 millones de euros anuales. Su contrato acaba de ser renovado por la compañia que dirige César Alierta, aunque una cláusula contempla su despido en el supuesto de que deba sentarse en el banquillo por el caso Nóos.
La continuidad del Duque de Palma en Telefónica ha llegado con polémica. De un lado, la generada al compararse la cuantía de su contrato con la cantidad que cobra su suegro: mientras el Rey percibe anualmente 272.752 euros, su yerno se embolsará 1,5 millones en euros más 1,2 millones en especie, 10 veces más, según recoge hoy el diario El Mundo en el suplemento Crónica.
Por otra parte, clientes del gigante español de las telecomunicaciones y representantes sindicales han cuestionado la decisión de la cúpula directiva de la compañía de renovar a Urdangarin pidiendo en redes sociales un boicot a la 'teleco' y criticando sin ambages el hecho de que sólo tres consejeros de la matriz -César Alierta, Julio Linares y José María Álvarez-Pallete- tengan una asignación superior a la del marido de la infanta Cristina.
En el horizonte laboral de tan idílica renovación -y más allás de las críticas- se otea, sin embargo, una amenaza. Según una cláusula incluida en su contrato, en el caso de que el Duque deba finalmente sentarse en el banquillo de los acusados en el caso Nóos sería despedido. Aún así, recibiría como compensación una indemnización equivalente a tres anualidades: 4,5 millones de euros.
Las revistas hablan de ruptura entre la Infanta y Urdangarin
