La duquesa de Alba ha contado su vida. Y ha hablado de sus amores, sus hijos, sus fobias y filias y de su pasión por el Rey, "uno de los mejores reyes que ha tenido España", asegura en 'Yo, Cayetana'. Con Zapatero no es tan generosa.
"Me imagino cómo lo pasaría de mal hasta la coronación en el Congreso... Debemos conservar la monarquía también con el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia, que están haciendo un gran esfuerzo para salir adelante". De esta guisa opina la más 'grande' de las grandes en una suerte de biografía, 'Yo, Cayetana', que el 24 de octubre podrá encontrarse en las librerías.
Su pasión por el baile
Confiesa la duquesa en esta semblanza su pasión por Antonio el Bailarín, quien precisamente en unas memorias dejó escrito que él era el padre de su hijo Fernando. Transcurridos los años Cayetana le disculpa: "Ahora que ha pasado tanto tiempo voy a dejar una cosa clara: si no hubiera sido porque era de la otra acera, como decíamos entonces, homosexual, como dicen hoy, Antonio podría haber sido un amor en mi vida. Pero no lo fue, aunque nos gustaba mucho a los dos bailar".
Entre las joyas de las hazañas de la noble aristócrata española -que hoy recoge El País- se encuentran pensamientos, reflexiones y opiniones de lo más variopintas.
-De Zapatero: "Si en estos momentos con este presidente no estuviera el Rey... no lo quiero ni pensar".
-De su yerno Francisco Rivera: "El noviazgo de Eugenia y mi queridísimo Fran, mi yerno favorito, iba viento en popa. Mi única hija se iba a casar con un torero. Lo que a mí no me habían permitido".
-De los divorcios de sus hijos: "Unos meses después del divorcio de Jacobo y María Eugenia, sucedió el accidente de Mati, una tragedia que, afortunadamente, terminó mucho mejor de lo que al principio nos temimos. Si las separaciones de Alfonso y Jacobo me habían dolido, la de Mati y Carlos fue tremenda". Matilde Solís estuvo a punto de morir tras dispararse con una escopeta de caza.
-De sus hijos: "Como ahora soy tan feliz, me cuesta mucho pararme a recordar los últimos años, sobre todo la oposición de mis hijos a mi noviazgo, a mi matrimonio con Alfonso. ¿Por qué? ¿Acaso yo no les he dejado vivir en paz? ¿Es que ellos son modélicos en sus vidas de pareja y no han hecho lo que han querido?".
-Y del futuro: "Ahora, cuando pasee por cualquiera de mis casas o cuando revise los salones de Liria, ya no estaré sola. Mantener la cabeza alta y la posición firme será más fácil porque a mi lado estará otra vez un hombre bueno y cariñoso, un compañero".
