
Desde un yate, dicen que de 15 metros de eslora, se ha despedido del varano el que fuera tercer presidente de la Democracia. Felipe González ha elegido las aguas de Ibiza para combinar algunas pasiones, los paseos en barco entre caladas posiblemente de habanos.
De esta guisa, así ha inmortalizado la revista QMD al ex presidente del Gobierno, el sevillano Felipe González, quien ha aprovechado el cálido clima de las Baleares para dar por concluida la temporada veraniega.
El político se ha dejado ver en cubierta, y no solo en bañador mostrando su figura con naturalidad. Al aire libre y sin prohicciones de ningún tipo, entre chapuzón y chapuzón, González se ha fumado sus míticos puros. La distancia del teleobjetivo impide saber su procedencia.
Y como no podía ser de otro modo, en su periplo por aguas ibicencas le ha acompañado su novia Maria del Mar, quien, amén de darle cremas para protegerlo del sol, también le sujetó el puro mientras él dirigente socialista se bañaba.
Felipe y Mar se conocieron hacer tres años en una cena de amigos. Desde entonces han recorrido medio mundo juntos, destaca uno de los pies de fotos de un relato contado al más puro estilo cómic.