La directiva del Madrid ultima los flecos de un acuerdo con la línea aérea que evitará que el Barça le adelante como club que más factura del mundo.
El Real Madrid recibe esta noche al Barcelona en el que puede ser el último derbi de Liga que se celebre entre ambos equipos en el Santiago Bernabéu. Y no es porque el conjunto que preside Florentino Pérez vaya a mudarse de casa, sino porque el equipo directivo del Real Madrid tiene muy avanzadas las negociaciones con Emirates para convertir a la aerolínea en patrocinador oficial del estadio, con la posibilidad de que cambie de nombre para pasar a llamarse Emirates Bernabéu. El presidente de ACS, Florentino Pérez, ha reconocido a este periódico que las conversaciones se encuentran muy maduras y podrían concluir en breve plazo.
De esta forma, la compañía aérea oficial de Emiratos Árabes se convertirá en el primer patrocinador del histórico campo, y entraría así en el mercado español de la mano del fútbol, replicando la misma estrategia que ha llevado a cabo en otros países, como Francia, Italia o Inglaterra. En este último territorio ya cuenta con un recinto deportivo que lleva su nombre: el Emirates Stadium, donde juega sus partidos el Arsenal londinense.
Más que un estadio
La cifra de la operación que se maneja en las oficinas del todavía Santiago Bernabéu no ha trascendido, aunque podría alcanzar los nueve dígitos, teniendo en cuenta el ejemplo de su operación en Inglaterra. En 2004 la compañía aérea cerró un acuerdo multimillonario con el Arsenal londinense para patrocinar su estadio (Emirates Stadium) por 100 millones de libras esterlinas (alrededor de 120 millones de euros) por un periodo de 15 años (desde 2006 a 2021). Gracias a este vínculo, el Arsenal ha convertido su recinto en una potente herramienta para maximizar beneficios, ya que según datos del propio club le genera una cantidad cercana a los 2,5 millones de euros por cada día de partido.
Esto es posible gracias a que el contrato con Emirates sirvió como fuente de financiación para acometer las obras del estadio, inaugurado en 2006, transformando el concepto de recinto deportivo y añadiendo, a los ingresos de taquilla, otros procedentes de su utilización como centro de conferencias internacional.
Sirva como ejemplo de esto último que en 2008 el Emirates Stadium albergó una cumbre entre Reino Unido y Francia con Gordon Brown y Nicolas Sarkozy.
Tras los pasos de Coca-Cola
Eso es precisamente lo que persigue el Real Madrid: transformar su estadio para maximizar beneficios y, de paso, obtener ingresos extra con los que reducir su deuda, que supera los 600 millones. También es una maniobra para evitar que, a partir de la próxima temporada, deje de ser el club que más factura del mundo, ya que el reciente contrato publicitario firmado entre el Barcelona y la Qatar Foundation representa una inyección de 150 millones para la entidad blaugrana. El aterrizaje de Emirates en el Bernabéu supondrá el cierre de una aventura que comenzó hace tiempo. Ya durante la primera etapa de la presidencia de Florentino Pérez, entre 2000 y 2006, se especuló con la posibilidad de ofrecer el nombre del Santiago Bernabéu como escaparate comercial. Coca-Cola fue la primera firma en ser tentada, gracias a las excelentes relaciones entre el equipo merengue y la marca de bebidas, que fue clave en la contratación de Luis Figo por 60 millones de euros, el primero de los denominados galácticos.
Telefónica también demostró interés posteriormente, sin éxito, por incorporar su nombre al campo inaugurado el 14 de diciembre de 1947 por Santiago Bernabéu con el nombre de Nuevo Estadio Chamartín. Con esta operación de marketing, la operadora de telefonía pretendía amplificar su presencia en la capital de España a través de centros deportivos y culturales, donde ya patrocina el Telefónica Arena (ubicado en la Casa de Campo) y el céntrico teatro Movistar (Gran Vía).
Todo igual hasta 2013
Florentino Pérez, que afronta un mes crucial para el futuro deportivo de la institución con motivo de los cuatro partidos que van a enfrentar al Madrid contra el Barcelona en Liga, Copa y Champions, afirmó que el patrocinio de Emirates estará exclusivamente ligado al estadio, y no mantendrá inicialmente ningún tipo de relación con la camiseta del equipo, que hasta 2013 seguirá exhibiendo el logotipo de la compañía de juego online Bwin por una cantidad cercana a los 23 millones de euros anuales. "Después, ya veremos", apuntilló el presidente blanco a este periódico, saliendo así al paso de los rumores no confirmados que apuntan a un drástico cambio de sponsor.
En todo caso, precisó el dirigente madridista, la cantidad que se pacte no servirá para cubrir los costes de la profunda remodelación externa del estadio que el club pretende acometer en los próximos meses si recibe el beneplácito definitivo del Ayuntamiento de Madrid, una vez modificado el Plan General de Urbanismo. Porque maximizar los ingresos procedentes de la explotación del Bernabéu -actualmente representan el 34 por ciento de la facturación del club-, pasa por remodelar el feudo blanco.
Objetivo urbanístico
Uno de los objetivos que persigue Florentino Pérez, quien cumple mandato en 2013, reside en afrontar una remodelación exterior del estadio para modernizar su imagen y construir una nueva zona comercial de lujo. La operación, que contempla la edificación de un hotel de cinco estrellas en la fachada del Paseo de la Castellana, es más compleja de lo que parece, porque supone reconvertir en zona verde los terrenos donde actualmente se asienta la esquina comercial conocida como Esquina del Bernabéu (Concha Espina con Padre Damián), propiedad del Real Madrid, pero explotada por Reyal Urbis hasta el 31 de diciembre de este año.
A cambio de la cesión de estos terrenos para uso y disfrute público, el Real Madrid asumiría el espacio que se encuentra frente a la fachada del Paseo de la Castellana, utilizado actualmente como aparcamiento y los días de partido reconvertido en centro de venta ambulante. La guinda del ambicioso pastel cocinado por la junta directiva que lidera Florentino Pérez la pondría la instalación de una cubierta transparente en el estadio, utilizable en días de frío o lluvia. Ésta podría inaugurarse en 2014, coincidiendo con la celebración de la final del Campeonato del Mundo de Baloncesto, que se celebrará en España, y en cuyo proyecto se contempla la posibilidad de que ese partido se dispute en un estadio de fútbol, para aprovechar así el mayor aforo de estos con respecto a los recintos de baloncesto.
El cierre del acuerdo comercial con Emirates supone el primer paso para poner en marcha un plan que, oficialmente, todavía no ha sido aprobado por el Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz Gallardón.
La estrategia de Emirates por hacerse un hueco en el Paseo de la Castellana no es casual. Desde hace tiempo la compañía aérea viene utilizando el fútbol como canal de penetración y escaparate de marca en nuevos mercados. Aparte de la excelente visibilidad que le reportó su revolucionaria experiencia comercial en Inglaterra con el Arsenal, mantiene un jugoso contrato por ser uno de los socios principales de la FIFA para patrocinar desde 2007 y hasta 2014 todas las competiciones organizadas por el máximo organismo del fútbol internacional. Las cifras de este acuerdo se sitúan en torno a los 130 millones de euros. No es extraño que el Madrid le haya elegido para rebautizar el Bernabéu.