Si nos dieran tres segundos para pensar una marca de gafas de sol, sin duda todos pensaríamos en la misma: Ray Ban. Esa marca que nunca pasa moda, de estética vintage y que sin duda, ha sido -y es- objeto de culto para los amantes de las gafas de sol.
Muchos incluso han rescatado las Ray Ban de sus padres que usaban en su juventud, cuando su ídolo Bob Dylan las lucía en los conciertos y en las fotografías que empapelaban sus habitaciones. Incluso Audrey Hepburn, en la maravillosa película Breakfast at Tiffany's - traduciada como Desayuno con Diamantes- lucía estas maravillosas gafas rodeada de joyas y con un precioso vestido negro de alta costura.
Las Ray Ban son el complemento fetiche que ayuda a lucir una prenda del último diseñador de moda, una camiseta de Los Ramones de aires rockeros y unos vaqueros desgastados e incluso es combinable con cualquier esmoquín de ejecutivo. Presidentes como Kennedy se han ocultado del sol bajo esta marca, cantantes como Michael Jackson que no se las quitaba nunca, actores como Tom Cruise que hizo aun más famoso el modelo Aviator - ese que nació en los años 30 y que usaban los pilotos estadounidenses-. Incluso una de las bandas más famosas del mundo, The Beatles, las lucían en muchas de sus fotografías. ¿Quién recuerda a John Lennon sin sus gafas Ray Ban?
Tres son sus modelos más conocidos, las Aviator, las Clubmaster y las Wayfarer. El modelo actual de cada una de ellas es casi idéntico al de su nacimiento, aunque siempre se apuntan a las últimas tendencias con algunas colecciones de edición limitada. Patillas rojas, cristales de colores e incluso gafas graduadas, Ray Ban sigue respirando ese aire retro que tanto gusta y del que tanto nos cuesta desprender. Porque como decía Coco Chanel: "Las modas cambian, el estilo permanece".
