
Solo durante la pasada noche del 27 de julio, un establecimiento de McDonald's, en el barrio tokiota de Roppongi, se convirtió en un restaurante de lujo, en el que se pudieron degustar platos elaborados y beber té helado en finas copas de cristal. Su nombre, Restaurante M.
En este evento se presentó la línea gourmet de hamburguesas con verdura fresca Fresh Mac como plato principal. Pero antes, como entrante, los comensales pudieron disfrutar de una vichyssoise de patatas fritas, acompañada con una ensalada encapsulada en gelatina. También se ofrecieron canapés a base de carne y pescado, acompañados de varias salsas. Para finalizar, el postre era un helado McFlurry de Oreo deconstruido, y servido en copa de cristal. Por último, para los que quisieron café, éste vino servido en una taza con su correspondiente plato de porcelana.
Esta acción obedece a un lavado de imagen que la cadena necesita realizar con urgencia en el país asiático, en el que, tras diversos escándalos relacionados con la calidad de sus productos, no han dejado de descender las ventas. De un año a esta parte, McDonald's Japón ha tenido que afrontar las quejas de muchos consumidores (que incluso aseguraron haber encontrado objetos extraños dentro de los productos) y otros incidentes que han manchado su reputación. El mes de enero adelantaba ya que iba a ser un año difícil para la cadena, registrando una caída del 40% en sus ventas. A lo largo del 2015 sus responsables sólo han podido confirmar el descenso de sus cifras, por lo que han pensado que esta medida podría ayudar a recuperar la confianza de los japoneses en su producto.
La duda es si cambiar solo por una noche los vasos de plástico por copas de cristal, o las servilletas de papel por otras de sedosa tela, será suficiente para lavar la imagen de la marca en el país asiático, o se percibirá como un mero espejismo. Veremos si no se desvanece el hechizo.