
La cocina segoviana tiene en los asados uno de sus bastiones y orgullos. Muy a gala llevan la excelencia de los suyos en este restaurante donde encienden todos los días el horno de leña para asar corderos llamados lechazos en esta zona- y cochinillos. El resultado es inmejorable: corteza crujiente, jugosos y tiernos. Los tres requisitos imprescindibles para el sobresaliente se cumplen aquí a rajatabla.
Inaugurado en 1989, los hermanos Mateo regentan este restaurante especializado en cocina castellana. Un amplio comedor, decorado en el estilo de la comarca, es el marco idóneo para degustar una carta de numerosas especialidades. Lejos de sofisticaciones o preparaciones alambicadas, se opta por la buena materia prima y elaboraciones sencillas y clásicas. En esto son especialistas y es su mayor mérito, lo que ya es decir mucho.
Menú
Primer plato: Asadillo de pimientosm y croquetas de bacalao
Segundo plato: Lechazo asado
Postre: Ponche segoviano
Precio medio: 35-40 euros.
Deliciosos judiones, cultivados por frailes en el Monasterio de los Reyes del Parral, que una vez guisados según la receta típica resultan suaves y se deshacen en la boca. Las hortalizas y las frutas también son de cosecha propia, cultivados en el huerto familiar: ricas ensaladas de lechuga y escarola con tomate para acompañar y aligerar los asados, que no hay que dejar de pedir y tienen el detalle de servir en plato aparte. Y, asombrosamente, unas maravillosas anchoas hechas en la casa, con una categoría si hubiera que calificarlas de doble o triple cero.
El asadillo de pimientos o las croquetas de bacalao son otras dos especialidades muy a tener en cuenta. Ricas carnes de vacuno de la zona y pescados del Cantábrico.
Todos los postres, como el ponche segoviano o las natillas, son caseros. Y el pan, como está mandado en estos casos, de hogaza. Buena variedad de vinos de Ribera del Duero.