
Antonio Banderas ha sido el elegido por la Academia de Cine para recibir el Goya de Honor en la próxima edición de los premios. La estatuilla llega a sus manos tras haber estado nominado cuatro veces en el pasado y no haber resultado ganador en ninguna de ellas. Un reconocimiento a la carrera de uno de los actores más representativos del cine español y cuya proyección internacional ha cosechado grandes éxitos como La máscara del zorro o Asesinos.
El malagueño recibe este premio en medio de un año agridulce que quedará marcado por su reciente divorcio con la que ha sido su mujer durante dieciocho años, Melanie Griffith, madre de su hija Stella del Carmen.
Pese al cambio que ha supuesto la ruptura en su vida, el actor malagueño ya se ha dejado ver con su nueva novia por España. La mujer que ha conquistado el corazón de Antonio Banderas se llama Nicole Kimpel, tiene treinta cuatro años y es una reconocida relaciones públicas y experta en inversiones.
¿Qué significa para ti este premio?
Sabiendo la lista de nombres que han recibido este premio es un gran privilegio y un honor formar parte de este club. Hace casi cuarenta años que comencé a soñar con saltar al escenario teatral para ser parte del club de los actores al que yo admiraba, estaría satisfecho simplemente con estar en la quinta fila con un alanza y que alguien me llamara actor profesional. Todas las cosas que me han pasado desde entonces son muchas, si vuelvo la vista atrás son muchas las caras con las que he tenido la oportunidad de trabajar desde que comencé. Este Goya me permite hacer un balance,. Un recuento, una parada en el camino en una carrera larga en volumen y sentirme muy agradecido. Son muchos los sentimientos que se me han ido acumulando desde que se hizo público este reconocimiento a mi persona y no tengo palabras para explicar lo que siento en este momento pero espero poder trasmitirlo el día de la gala. Quiero lanzar un mensaje de optimismo, ha sido un año magnifico para el cine español, desde el punto de vista económico y artístico. Este año tenemos más motivos de celebración que cualquier otro.
Eres el Goya de honor más joven de la historia...
Voy ya camino de los cincuenta y cinco, escuchar la palabra joven ligada a mi nombre me resulta un piropo, me gusta. Entiendo que la Academia ha tenido en cuenta para concederme este premio el volumen de trabajo, en los próximos cuatro o cinco años tocaré el techo de las cien películas.
¿Qué balance haces si echas la vista atrás?
Separo mi carrera en dos segmentos, la primera parte en España y después en Hollywood tras marcharme a Estados Unidos, después hay un retorno en cierta manera a España, con la dirección, la producción y en menor medida la actuación. He tenido el privilegio de trabajar con gente como Jose Luis López Vázquez, Fernando Fernán Gómez o Agustín González, los grandes búfalos del cine español y al mismo tiempo puedo mirar hacia el futuro. Este premio tiene para mi una parte de recompensa y otra de estímulo. He asumido riesgos profundos, desde el venirme a Madrid desde mi málaga natal a principio de los años ochenta a el marcharme a los Estados Unidos sin que hubiera una tradición clara de ningún actor español que se hubiera instalado en esa cinematografía. Creo que entonces se abrió una puerta, en los setenta todo lo que venía de fuera era mejor de lo que teníamos aquí, se rompió ese complejo y se abrieron muchas puertas. Esa ida a Hollywood abrió las puerta a que pudiéramos pensar que podíamos competir con los grandes. Hemos ido conquistando terrenos y creo que ahí he puesto mi granito de arena. Creo que es una de las aportaciones que he hecho a mi cinematografía, el haber roto esa barrera que parecía imposible de romper. En los años setenta era un chiste cuando alguien te decía que algún algún día te vería en Hollywood, hoy en día ha dejado de serlo.
¿Cómo ves el futuro?
No quiero abandonar el cine americano, sería estúpido cortar una vida de trabajo que está absolutamente abierta y sigo desarrollando, pero si me gustaría enfocarme más hacia el cine español y hacerlo básicamente en los departamentos de producción y dirección.
Has apostado fuerte por la producción en España...
Lo vengo haciendo desde hace tiempo, con resultados desiguales pero nunca pensé que meterme en la producción sería un camino de rosas. Nada en mi vida ha sido un camino de rosas, toda ha sido un trabajo de hormiguita, un camino muy duro a veces en el que a veces me he sentido muy muy muy sólo. Pero sigo apostando, me he rascado directamente el bolsillo apostando por un grupo de chavales en Granada, en medio de una terrible crisis hemos mantenido a ciento cincuenta personas trabajando en el terreno audiovisual. La película no llegó a cuajar, no encontró su público pero eso a mi no me quita el orgullo de haberlo intentado. He fallado, lo he analizado y he decidido dar otro segundo paso, no echarme atrás ni irme a mi casa. Autómata es otro proyecto en el que apuesto con mi sueldo por equipos españoles. Voy a seguir trabajando porque todavía no me parecen suficientemente fuertes los obstáculos con los que me voy encontrando. La idea es seguir hacia delante.
¿Te planteas venirte a vivir a España?
Si lo pienso, nunca he abandonado España, pese a mis años en los que he tenido más trabajo y he ido más loco. Nunca he abandonado España, siempre he estado pendiente de lo que se estaba viviendo en el país, quizá ha sido un distanciamiento físico pero nunca personal. No sé lo qué haré, el triángulo en el que me moveré será Nueva York, Málaga y Madrid. Jugando con todas las posibilidad, las que vayan llegando y las que se me ofrezcan .
¿Es el teatro lo que te retiene en Nueva York?
La ciudad de Nueva York es para mí de las ciudades norteamericanas la más europea, es una ciudad en la que hay acera, se puede caminar y la vida está en la calle. Los Ángeles es la ciudad norteamericana por estilo, pero Nueva York es otra cosa, es el puente que me mantiene cercano físicamente a España y a Los Ángeles. El teatro también tiene que ver con esto, fui muy bien recibido con Nine y me apetece volver a los escenarios, incluso como espectador me apetece vivir en una ciudad en la que haya un acceso directo no solo al teatro, sino a todo tipo de cultura.
¿Con qué proyectos estás?
Bob esponja forma parte de un paréntesis con el cine infantil, empecé con Spy Kids y después formé parte de Shrek o El gato con botas. Estoy con Altamira, también he estado doblando en Barcelona la película de Los 33 pero todavía no tenemos fecha para estrenarla. De Knight of cups no sé nada porque tampoco supe nada mientras lo estaba grabando, me dieron un monólogo de nueva páginas que lo estuve rodando en diferentes localizaciones. Improvisamos mucho y me divertí mucho, sin saber si al final estaría en la pantalla, me llamaron para decirme si me importaba ser el cinco, a si que supongo que eso significa que estoy en la película. Tengo tres guiones y me gustaría pensar en dirigir alguno pero la dirección requiere un tiempo grande, un año y medio de trabajo. Pretendemos que Autómata entre dentro de los Goya, pero el estreno oficial no será hasta enero.
¿Cómo compaginas ahora tu vida personal con la profesional?
Siempre ha sido muy difícil, pero es la historia de mi vida. Viajo mucho y vivo en hoteles yo solo, esa es la verdad. Solo sé que en 93 películas que llevo trabajando como profesional, son treinta y cinco años el tiempo que he pasado fuera de casa.
¿Te ha merecido la pena?
Sí, me ha merecido la pena.
Hace poco has declarado que tu vida había sido una película de ciencia ficción, ¿A qué te referías?
No era un juego de palabras para decir que soy un marciano. Cuando inicié mi trabajo como actor si hubiese pensado en todas las cosas que me han pasado habría pensado que era imposible, era algo que no me entraba en mi cabeza ni en la de la gente que me rodeaba. Las cosas que me han pasado en la vida y la gente que he conocido, todo forma parte de un sueño del que a veces creo que voy a despertar. Soy una persona muy agradecida al cine español y al cine norteamericano, por cómo se me ha tratado. Hay cosas buenas y malas, pero la vida es así y yo la asumo con todas sus consecuencias. Me gusta el devenir de las cosas y la aceptación de lo bueno y lo malo como parte del juego. Me encuentro bien en esta relatividad y espero todo, todo puede pasar. Agradezco mucho este premio porque no me lo esperaba, ha sido muy reconfortante en este año y me da muchas ganas de seguir adelante. El secreto de mi profesión está en haberme arriesgado y en haberme estirado, a pesar de las cosas malas, incluso las financieras, no me voy a rendir y voy a seguir adelante produciendo aquello que vea que tenga talento.
¿Te han apoyado las instituciones españolas?
Este premio es un apoyo enorme.
¿Qué le dirías a aquellos jóvenes que empiezan en la profesión?
Para dar consejos hay que ser muy sabio y yo no lo soy, he interpretado a muchos héroes pero tampoco soy ninguno de ellos. Dar consejos es difícil pero hay una palabra que funciona, el amor por aquello que haces. Lo hermoso de esta profesión está en el tiempo entre que dicen acción y corten, no hay que buscar más allá. Hay muchos mundos paralelos y estamos obligados a jugar en ellos. En un chaval joven tiene que primar el amor por contar historias a la gente, las técnicas que hay que emplear y cómo llegar al corazón de las personas. Que se enganchen a la esencia de lo que significa esta profesión, todo lo demás vendrá. Si te enganchas a esta profesión porque te pueda dar fama o dinero estás cometiendo un gran error y probablemente terminen siendo infelices.
Dices que irás a los Goya con un mensaje optimista, ¿En qué te basas para poder hablar de optimismo?
Mi mensaje de optimismo lo baso en el capital humano que manejamos, eso para mí es lo más importante. Independientemente de leyes, lo que no podemos es terminar justificándonos por las cosas que nos hacen. No hay más camino que ir hacia delante y hacia arriba. El capital humano, el talento que veo continuamente en las nuevas generaciones, los actores jóvenes me fascinan. El paso que se ha dado desde que yo comencé hasta ahora, las nuevas generaciones de actores son mucho mejores que nosotros.
¿Te veremos haciendo teatro en España?
Es probable, puede ocurrir.
¿Vas a presentarnos de manera oficial a Nicole a la gala de los Goya?
No.
¿Cómo es tu relación con Melanie ahora?
El vínculo que tengo ahora mismo con Melanie es su participación en Autómata, la película que vamos a presentar, para mí ha sido un lujo contar con ella. Antes de empezar a salir con Melanie, la admiré muchísimo como actriz, la sigo admirando y la admiraré porque es buena. Ese es el único vínculo que pueda expresar aquí, el profesional.
¿Qué pasará con ?Akil?? Ibas a trabajar en ella con Melanie...
Es un proyecto que tengo escrito. Volveré a ofrecérselo a Melanie porque fue escrito para ella, ella dirá si quiere hacerlo o no.
¿Apunta tu hija maneras para la interpretación?
Mi hija Stella creo que no, nunca se puede decir. Esta profesión para aquellos que la ven desde fuera es como la estrella del árbol de navidad, brilla mucho por delante pero por detrás es de cartón. Mi hija Stella ha visto los viajes, los sinsabores, ha visto la parte oscura. La gente se cree que vivimos en una alfombra roja y nos alimentamos de los flashses, y no es así. He tenido mucha suerte en esta profesión y me desvinculo del comentario que voy a hacer, pero en la interpretación se vive al día a día, los actores no son gente rica, están a lo que vienen, comprarse una casa es difícil porque no sabes si vas a poder pagarla. Es una profesión muy difícil. Mi hija Stella lo ha visto todo y creo que no quiere entrar a jugar en este juego, empieza la universidad el año que viene.