
Antonio Banderas, además de vérselas con el divorcio de su exmujer, Melanie Griffith, afronta ahora serias pérdidas económicas derivadas de algunos de sus negocios.
El actor español se ha pegado un importante 'batacazo' con su productora de ficciones de animación, Kandor Graphics, en la que se ha dejado la piel para levantar la película Justin y la espada del valor, que ha acabado en convertirse en una ruina, según publica El Mundo.
La productora ya está en concurso de acreedores debido a los malos resultados cosechados por el filme animado, que arrastró una inversión faraónica de 22 millones de euros -el presupuesto medio de una película realizada en España es de un millón-, para recaudar posteriormente 2.300.000 euros en nuestro país.
La inversión tampoco ha podido compensarse en el mercado internacional, ya que se frustró su exhibición en EEUU, donde se lanzó directamente en DVD.
Banderas aglutina el 20% de las acciones de Kandor Graphics, y ha anunciado que abandona los proyectos de animación.
Bodegas sin beneficios
No es el único negocio para el que Banderas no ha hecho gala de buen ojo. Sus bodegas Anta Banderas, una inversión que realizó en viñedos de Burgos, tampoco han dado los frutos deseados.
Su objetivo era la exportación al mercado norteamericano y japonés, usando el reclamo de su nombre, pero ni con eso ha logrado levantar la empresa.