Kiko Rivera ha puesto fin a los correspondientes días al lado de su hijo, Francisco. El Dj acudía puntual al domicilio de su ex, Jessica Bueno en Los Molares para dejar al niño, en el mismo momento en el que la modelo aterrizaba en el aeropuerto de Sevilla, deseosa por reencontrarse con el pequeño. Y es que la relación entre ambos sigue siendo tensa, sobre todo desde que la sevillana se negara a traer a Madrid al niño, cuando ambos iban a coincidir por motivos laborales.
Y es que tras varios meses de aparente calma entre ellos, Kiko Rivera y Jessica Bueno han vuelto a protagonizar un desencuentro. Según ha revelado Paloma Barrientos, el hijo de Isabel Pantoja se ha enfadado con su ex por negarse a traer al niño a Madrid, donde iban a coincidir por motivos laborales. Aprovechando esta circunstancia, kiko pidió a su ex que fuera con el niño a Madrid para poder verle y estar con él mientras ella cumplía con sus compromisos profesionales. Sin embargo, Jessica no accedió a la petición de su ex.
A primera hora de la mañana, Jessica Bueno aterrizaba en el aeropuerto de Sevilla. Muy pendiente del móvil en todo momento, evitaba responder a las preguntas de los medios sobre la tensa relación que mantiene con Kiko Rivera. Tampoco quiso comentar nada acerca del inminente nacimiento del hijo de María Isabel Pantoja.
Con un look moderno y desenfado, al que nos tiene acostumbrados desde que comenzase su relación con Jota Peleteiro, lucía unos vaqueros pitillo, deportivas y un chaquetón de piel gris. Una vez más su padre, Francisco Bueno, era el que recibía a su hija en el aeropuerto para llevarla de regreso a casa para reencontrarse con su hijo.
En esos mismos momentos, Kiko Rivera llegaba a la casa de su ex en Los Molares para dejar al pequeño Francisco. El Dj era el encargado de coger al niño en brazos, que vestía un abrigo de forro polar azul marino. Acompañado por la niñera, entraban en el interior de la vivienda y permanecían en su interior el tiempo justo para despedirse de su hijo y dejarlo al cuidado de su abuela, Loli Álvarez.
Pocos minutos después llegaba a la casa Jessica Bueno, feliz y sonriente, deseosa por reencontrarse con su pequeño del alma. Tras disfrutar de una estupenda comida en casa, la modelo y su madre dieron un paseo por los alrededores de su domicilio. El pequeño Francisco hizo las delicias de su orgullosa mamá y de su abuela, dando algunos pasitos de la mano de ambas.
De regreso a casa el niño comenzó a acusar el cansancio, por lo que Jessica no dudó en cogerlo en brazos, deshaciéndose en mimos y caricias. Su hijo respondió con sonoras carcajadas, tapándose con el gorro de su abrigo.
