
"Estoy pasando por la mejor etapa de mi vida". Resulta difícil de digerir esta declaración de una de las artistas que mayor presión y críticas soporta en la actualidad, además de estar viviendo una reciente ruptura.
Pero así es Miley Cyrus, todo un terremoto que asegura que solo ella es responsable de sus polémicas y que no hay nadie detrás trazando un plan de marketing.
No deja pasar una semana sin ser protagonista de alguna hazaña alejada de la música. Un baile provocativo, un porro fumado en pleno concierto, una fiesta sadomasoquista o un desnudo completo en su último videoclip constituyen algunos ejemplos. Ha recibido muchas críticas, de personalidades de la industria y de celebridades norteamericanas, pero ella se jacta de su independencia con respecto a "lo que piense la gente".
"Cualquiera daría lo que fuera por ser yo", explica en una entrevista con el diario El Mundo. Cyrus se muestra feliz con su situación actual, y dice no sentir tanto esa presión mediática ya que obtiene de ella lo que busca: que solo se hable de ella. "Estoy siendo cien por cien fiel a mí misma, y no hay mucha gente que pueda decir lo mismo", comenta.
Miley es muy consciente de su influencia a nivel mundial, y además, se considera un referente: "Me siento una de las feministas más importantes del mundo, porque digo a las mujeres que no tengan miedo de nada".