
Blanca Suárez ha deslumbrado en el 66ª Festival de Cannes no solo por su belleza sino por sus dotes como actriz. Ha recibido el Trofeo Chopard del que Colin Firth fue padrino, como 'mejor actriz revelación', un trofeo que le podría dar el pase definitivo para convertirse en la nueva actriz española internacional. Y es que, a sus 24 años, Blanca se ha convertida en una de las caras más conocidas del séptimo arte. Ha llegado a la gran pantalla y quiere quedarse.
Para la ocasión ha escogido un vestido capa de la colección Crucero 2013 de Givenchy que ya llevó antes Natalia Vodianova. Aunque Blanca le ha puesto como complemento unos pendientes largos que han sobrecargado un poco el modelo, informa CHANCE.
Junto a la actriz, y recogiendo el mismo premio con una gran sonrisa, estuvo Jeremy Irvine, otro de los actores por los que apuesta el Festival. Allí, los dos, compartiendo sensaciones, se mostraron muy cómplices y rodeados de numerosas caras conocidas como Leonardo DiCaprio, Isla Fisher o Cara Delevingne. Solo faltó el abrazo de "enhorabuena" de Miguel Ángel Silvestre.
Pero eso no es un problema, ya que este Festival es solo el comienzo de lo que promete ser una gran carrera en el mundo del cine, por lo que Miguel Ángel tendrá la posibilidad de felicitarla en otras ocasiones.
Y de eso se encargará Blanca, ya que como ha declarado recientemente en Grazia: "Sueño con hacer películas por todo el mundo, recibir muchos premios, que me den el Oscar (risas). En el plano personal me veo con 40 años sintiéndome igual, pero con otro aspecto".
Sin duda alguna, tal y como decía a la revista, una actriz a la que ya se le compara con Penélope Cruz: "¿La nueva Penélope? Firmo ya".
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