La Princesa Letizia es una melómana empedernida o por lo menos así se ha podido ver reflejado desde que llegara a nuestras vidas. El primer baño de masas se lo dio el día de su compromiso cuando acudió al concierto ofrecido por el violoncelista Rostropovich en honor de los Reyes, informa CHANCE.
La segunda ocasión tuvo lugar, también siendo novia del Príncipe, con motivo del concierto que organizaron las Cortes debido al 25 aniversario de la Constitución que incluyó un programa con obras de Tomás Marco, la composición de Carnicer sobre la Constitución de 1812 y unos fragmentos de Bethoven. Y así ha presidido multitud de conciertos. También se ha decantado por ir a la ópera como cuando asistió con la Reina a ver Tosca de Puccini o disfrutar de Così fan tutte de Mozart.
El gusto de Letizia por lo clásico también pasa por el ballet. Incondicional de Corella en el teatro de la Zarzuela. En Madrid fue vista en dos ocasiones viendo el Lago de los cisnes. La primera vez en compañía con la Infanta Elena y Victoria Federica. A la semana siguiente llevó a su hija la Infanta Leonor. Y no dudó en asistir con su hermana Telma y su sobrina Amanda a ver Soleá pas de deux en Barcelona en 2011.
Aunque se ha decantado por seguir la estela de la Reina Sofía, a la que le apasiona la música clásica, no encasilla sus gustos por la música con un solo estilo. Le gusta todo tipo de ritmos, la hemos visto en el concierto de "Los Planetas", que es de música Indie, de Bon Jovi, o de Amaral, Alejandro Sanz y moviendo las caderas al ritmo de Shakira.
Letizia demuestra como una puede cambiar el chip, según el lugar y el sitio, y con ello también su look.
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