Como muchas otras celebridades que han decidido hacer de su nombre una marca personal, la Duquesa de Cambridge ha decidido registrar el suyo para protegerlo de su uso por parte de terceros con fines lucrativos.
De esta forma, todos los productos que copan las tiendas de souvenirs inglesas y que incluyen la cara de la Duquesa o cualquier referencia a la misma tendrán que desaparecer.
Solamente The Royal Foundation, la fundación real que ha visto incrementadas notablemente sus donaciones desde que Kate forma parte de los Windsor, podrá editar objetos vincluados a Middleton, cuyas ganancias se destinarán a la conservación de la naturaleza, la caridad o el apoyo a las Fuerzas Armadas.
Según informa la revista Glamour, un portavoz de la Casa Real británica ha asegurado que la acción llevada a cabo por Catalina ha sido motivada porque quiere "proteger a la fundación para que otra gente no use el nombre ilegalmente".
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