Por fin una celebrity admite que adelgazar es difícil. Beyoncé ha decidido abrirse y confesar lo duro que ha sido perder peso después de dar a luz a su hija, Blue Ivy, hace más de un año.
Protagoniza la portada de la revista Shape, en cuya entrevista ha revelado que ganó 25 kilos durante el embarazo y que se arrepiente de haberse sometido a tanta presión para recuperar su figura para volver al trabajo cuanto antes. "Tampoco tenía mucho tiempo para perder peso porque programé un show justo tres meses después de haber dado a luz, ¡lo que no volveré hacer!", publica CHANCE.
Ahora se da cuenta que cometió una auténtica locura forzando a su cuerpo a volver a su estado original poniendo en riesgo su salud. "No soy una persona muy delgada, tengo que trabajar para mantener mi cuerpo en forma". Beyoncé insiste en que las mujeres tienen que aceptar sus diferencias y centrarse en su salud en vez de en la báscula.
La cantante fue capaz de deshacerse del exceso de peso practicando muchos ejercicios de cardio dance, lo que la mantenía en constante movimiento. También ha confesado a la publicación americana, que el 80% de todo el peso que perdió post-parto fue por disminuir la cantidad de comida que ingería, incluida su favorita, la pasta. "Hice una dieta baja en calorías. Me abstuve de comer carne roja, reemplace la pasta y el arroz por la quinoa (pseudocereal) y comí mucho pescado".
Está claro que por mucho deporte que hagas, no hay mejor remedio que combinarlo con una buena alimentación. Pero nos gusta que haya una famosa que reconozca el esfuerzo que hay que realizar para volver a tener esa escultural figura tras dar a luz.