Parecía que la dulce cantante se había quedado estancada en su última relación, el tortuoso romance que mantuvo con Harry Styles, componente de One Direction, y que le proporcionó material más que de sobra para llenar de éxitos su último disco, Red. Y es que Taylor es famosa por inspirarse en sus relaciones pasadas para componer temas como We are never ever getting back together o I knew you were trouble, "manía" que no parece asustar a Tom Odell, quien podría ser la última conquista de la artista.
Desde la versión británica de la revista Glamour indican que ellos mismos vieron a los dos cantantes compartiendo confidencias en un pub londinense, The Florist, en donde mantuvieron una animada conversación antes de sentarse en una mesa apartada que creó un ambiente más íntimo entre la joven y el ganador del BRIT otorgado por el público.
A su salida ambos fueron reconocidos por varios fans, con quienes Taylor conversó durante unos minutos antes de marcharse con Tom bajo la atenta mirada de sus guardaespaldas.
"Parecía que Taylor y Tom querían alejarse de los flashes de los BRITs y acudir a un lugar más íntimo como The Florist, uno de los lugares favoritos de Tom", indicó la fuente a Glamour.co.uk que añadió: "La pareja mantuvo una animada conversación (entre ellos y con sus fans) y parecía que estaban en un cita. Se les veía muy relajados y ella estaba incluso bebiendo cerveza".
La supuesta cita tuvo lugar después de que Taylor se encontrara con su último ex, Harry Styles, en la ceremonia de entrega de los BRITs en la que la cantante actuó delante de él y del resto de invitados. A propósito de su ex novia Harry indicó que: "Estaba guapísima".
