Isabel Pantoja ha viajado hasta Málaga para declarar, como hace cada lunes y martes desde que fuera imputada en el "Caso Malaya" por blanqueo de dinero junto a Julián Muñoz, quien fuese su pareja, y Mayte Zaldívar.
Comienza una semana crucial, tanto para Isabel como para el ex alcalde de Marbella y su ex mujer, ya que hoy conocerán si la fiscalía mantiene los cargos contra ellos o si los rebaja.
El panorama no pinta nada bien para la cantante, en las conclusiones provisionales de la semana pasada, la fiscal solicitó tres años y medio de prisión y una multa de 3,7 millones por un delito de blanqueo.
En estas últimas semanas de juicio, la defensa de la cantante contó con las declaraciones de varios testigos y un perito para dar información sobre las cuentas y sociedades de la artista, quien recordemos fue abroncada por el juez por estar utilizando continuamente su teléfono móvil.
A pesar de la situación tensa y polémica que vive la tonadillera sobre el juicio, Isabel se encuentra muy feliz con su nieto Francisco y está ocupada haciendo algunas reformas tras el robo en su casa de La Moraleja en la que estos días ha estado supervisando el inventario. Sin duda Isabel cuenta con el mayor apoyo en estos terribles momentos, el de su familia.
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