
Tras la sorpresa de la separación de una de las parejas más longevas de la crónica social, se conocen nuevos detalles de las malas relaciones entre el matrimonio, que se saldó con una petición de divorcio tras un episodio de malos tratos del futbolista a su mujer en la pasada Nochevieja. Según asegura Vanitatis, los celos de Rafael por los eventos a los que acudía su mujer lo superaban, especialmente aquellos que compartía con su buena amiga, Eva Longoria.
"El matrimonio entre Rafael y Sylvie Van der Vaart [...] hacía aguas desde este verano. Las salidas de la esposa del deportista con Eva Longoria sacaban de sus casillas al jugador holandés", publica el portal.
Tal y como relata la periodista Amparo de la Gama, la presentadora holandesa era una habitual invitada a las galas benéficas junto con la actriz, lo que las convirtió en buenas amigas. El futbolista no aprobaba la relación entre ambas, algo que le acarreó una tensa discusión este verano en Marbella, donde la intérprete de Mujeres Desesperadas organizó un acto benéfico junto a María Bravo, exnovia de Bruce Willis.
Además, según el mismo medio, el futbolista agredió a su mujer en Nochevieja después de quejarse de que acudiera el mes pasado al último evento solidario que organizó Longoria en Londres, la Noble Gift Gala.
"Fue algo estúpido, soy un idiota y lo lamento muchísimo. Esto no debería haber sucedido nunca", se disculpaba Rafael públicamente al periódico alemán Bild.
Hace solo dos semanas, el matrimonio -que residió en España durante los dos años que Rafael jugó en el Real Madrid- felicitaba las Navidades abrazados en una fotografía junto a su hijo, Damian. Hasta ahora, muchos los habían llamado los nuevos Beckham, aunque ellos han asegurado siempre que disfrutaban de una vida muy normal, que se vio sacudida por el cáncer que Sylvie sufrió en 2009. A pesar de haber reconocido que su marido fue siempre su máximo apoyo, el futbolista admitía que la relación llevaba tiempo rota.
"Lamentablemente, nos hemos ido alejando el uno del otro. Fue un proceso gradual que no fue posible parar. Aunque ahora mismo puede no entenderse, todavía nos amamos y nos respetamos mutuamente", añadía.