Tenía mucho cariño a su larguísima y cuidada melena, pero acudió a un nuevo estilista y le pegó un buen corte de pelo. Desde entonces, Kim Kardashian ha intentado acostumbrarse al nuevo estilismo, hasta que ha encontrado la solución.
Se notaba que el nuevo corte no le gustaba en absoluto. Acostumbrada a lucir melena, capaz de adaptarse a cualquier tipo de peinado, no se sabe por qué motivo, pero su melena redujo notablemente su longitud.
Al principio se mostraba muy orgullosa de haber sido valiente al aceptar el cambio de look, pero esa aceptación no le ha durado demasiado, porque ha dado con la solución perfecta para su arrepentimiento.
El hecho es que lo ha mostrado en su blog y sus seguidores han sido testigos de un 'do it yourself' en toda regla. Kim Kardashian ha acudido a las recurridas extensiones para devolver a su melena todo el volumen, el cuerpo y la longitud que perdió durante su visita al estilista.
El caso es que Kim Kardashian es una de esas mujeres que pocas veces se sale del molde en cuanto cambios de look se refiere. Sí se atreve con accesorios postizos, como lo hizo en su sesión de fotos para la edición italiana de Vogue, aunque en cuestiones de maquillaje o coloración de cabello la celebrity no es de las más atrevidas.
Tanto es así que muy pocas veces la hemos visto pintada con eyeliner, con una sombra flúor o con los labios pintados de rojo pasión. En cuestion de belleza, Kim va a lo seguro.
Probablemente Kim Kardashian ha aprendido la lección y seguramente no volverá a experimentar con su cabello. Si no, leed su comentario de Twitter: "Look largo, cuánto te he echado de menos...".
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