
El rotativo norteamericano 'National Enquirer' está en el ojo del huracán por la publicación en su portada de la que ahora es conocida como la última imagen de Whitney Houston. Se trata de una fotografía de la cantante en el ataúd, durante el velatorio.
El escándalo que ha suscitado esta imagen no autorizada ha recordado de nuevo otro caso similar, el de la publicación de las imágenes del cadáver de Michael Jackson.
La familia decidió televisar el funeral pero no admitió la presencia de los medios de comunicación, por lo que se desconoce quién pudo tomar la imagen y vendérsela a la conocida publicación.
El hecho de que tuviera lugar en el velatorio, hace pensar que solo alguien muy cercano pudo haber sido el responsable. Todas las sospechas vuelven a apuntar a Bobby Brown, aunque el exmarido de la protagonista de 'El guardaespaldas' no asistió al velatorio, según recoge el diario El Mundo.