El número de nuevos ricos crece en los mercados emergentes y ciudades como Dubai, Shanghai y Bangkok se están convirtiendo en las nuevas capitales del consumo 'premium'.
Ciudades como Londres, Nueva York, París, Milán y Tokio conservan intacta su condición de escaparate del glamour. Todas albergan un puñado de calles emblemáticas en las que se concentran las mejores tiendas de las firmas más exclusivas. Pero hay un grupo de ciudades que van ganando terreno y reclaman su sitio en el top ten del mercado del lujo. Son capitales clave, en países emergentes, y suelen combinar su condición de centro de negocio y, cada vez más, centro de atracción de las compras de alta gama. Shanghai, Hong Kong, Dubai o Bangkok están desplazando a las eternas capitales de la moda, convertidas en destino habitual de las celebrities de turno, pero también de los turistas y curiosos. Es una de las consecuencias de la globalización y la democratización creciente de los viajes.
En este contexto, las ciudades asiáticas se mantienen al margen del turismo de masas, pero atraen el de negocios. Y mientras el número de ricos crece en los mercados emergentes -China, India, Rusia, Oriente Medio- aumenta también con ellos la industria del lujo. Las cifras más llamativas llegan de China, con un incremento del segmento del lujo del 30 por ciento en 2008, del 20 por ciento en 2009, y de otro 30 por ciento más en 2010?
Para Richard Ellis, Hong Kong se ha convertido en la capital mundial de la industria del lujo, con una concentración del 84 por ciento de las firmas. Le sigue Dubai, con un 82 por ciento, que ha igualado a Londres como principal destino de los retailers internacionales, gracias al enorme incremento de la superficie disponible -1,2 millones de metros cuadrados desde 2006-, las altas rentas per cápita y la escasa competencia de retailers locales, según la consultora inmobiliaria.
Para Travel Leisure, la capital mundial del turismo -y del shopping- de lujo es Bangkok, que lidera el ranking de la prestigiosa publicación estadounidense por segundo año consecutivo.
También Sanghai sigue ganando atractivo entre las firmas de lujo, como puerta de entrada en el mercado chino, uno de los tres frentes en los que se va a librar la batalla de las compras de élite, según KPMG, junto con Rusia y los países árabes vinculados al petróleo. Su economía, al rojo vivo, ha provocado una explosión de millonarios dispuestos a tomar el relevo en el consumo de alta gama, que podría desbancar a Japón en 2015 en todos los segmentos -moda, cosmética, complementos, relojes...- según la consultora PwC. Y según un reciente estudio de CLSA Asia Pacific, en 2020 el 44 por ciento del mercado mundial de bienes de lujo y viajes estará en manos de consumidores chinos.
Shanghai
LVMH, el principal exponente mundial de la industria del lujo tras la compra de Bulgari esta primavera, ha elegido Shanghai como centro de operaciones para proseguir su expansión en Asia, una decisión que ha reportado al grupo francés un incremento de sus beneficios del 24,7 por ciento en el primer semestre de 2011. La clave para el desarrollo del shopping de lujo en China está en conseguir una masa crítica de marcas de alta gama que convierta el centro comercial en destino para atraer un turismo con alto poder adquisitivo. Y Louis Vuitton Moët Hennessy ha creado un paraíso de tiendas de lujo en la ciudad china con sus firmas propias que se materializará en L'Avenue Shanghai, un centro comercial de 140.000 metros cuadrados y 28 plantas que estará operativo en la primavera de 2012.
En el lado occidental, junto al Bund, el corazón financiero, se sitúan las calles East Nanjing Road, y West Nanjing Road, una arteria comercial que alberga algunos de los centros comerciales con más firmas de lujo por metro cuadrado, como Plaza 66. Le sigue el nuevo complejo Bund 18, con establecimientos de las principales firmas de moda y joyería. Xintiandi concentra otro buen repertorio de tiendas lujo, con Shanghai Tang -la principal marca de lujo local- y Suzhou Cobblers a la cabeza. También IT, Maison Mode, Jingjiang Dickson Center, CITIC Square y Three On The Bund.
Hong Kong
La condición de enclave libre de impuestos de esta ciudad la convierte en un foco de atracción del lujo. Los establecimientos de las firmas se concentran en el distrito Central y salpican las principales calles o se reúnen en centros comerciales como Lane Crawford, Harvey Nichols, The Lee Gardens y Harbour City.
La zona de compras por excelencia está en Causeway Bay -la segunda calle comercial más cara del mundo- y en edificios emblemáticos del distrito financiero, como The Landmark y Chater House, muy cerca de IFC Mall, y en la galería comercial del hotel de lujo The Peninsula.
Pero el lujo en estado puro se concentra en Canton Road y Pacific Place, en el corazón del distrito financiero, y se extiende por Charter Road, especialmente en Prince's Building, y Alexandra House.
Bangkok
En Bangkok, las firmas de lujo también se concentran en Siam Paragon, un centro comercial en el que es posible encontrar un Ferrari o un Lamborghini. Un espectáculo. Está conectado por pasadizos con un grupo de centros comerciales como Chidlon Central, Central World Plaza o el exclusivo Erawan, formando un macrocomplejo comercial capaz de atraer a turistas de todo el mundo.
Aunque el centro del lujo por antonomasia es Gaysorn, en Rachaprasong. Allí es posible disponer de un personal soppher o un lifestyle consultant, como Noppanuch Thonghakdi, una diplomática de carrera que habla cinco idiomas -colaboradora de moda de la revista Marie Claire- cuyo trabajo consiste en asesorar a los clientes en cuestiones de moda y estilo. Noppanuch se ha convertido en una gurú capaz de atraer al turismo de mayor poder adquisitivo en busca de su consejo.
En Gaysorn se encuentra también el mejor servicio de trajes a medida del país, uno de los atractivos en materia de compras entre los hombres de negocio. Y aún queda Emporium, en el vanguardista distrito Sukhumvit.
Dubai
Dubai, la joya de los Emiratos Árabes, una ciudad inventada y levantada a golpe de petrodólares con el único fin de servir de escaparate del lujo, se ha convertido en un paraíso de las compras -libres de impuestos-. Aquí los centros comerciales no son como los demás. Sólo el Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo, concentra más de 1.200 tiendas. La mole de cristal y acero se encuentra en Downtown Burj Khalifa y alberga la fuente más grande del mundo, con su coreografía de chorros, además de acceder directamente al Burj Khalifa, el rascacielos de 828 metros de altura que ofrece la vista panorámica a mayor altura del mundo.