
Tras su divorcio con Jordan Bratman, la vida de Christina Aguilera ha estado llena de sobresaltos, por ello, la cantante ha querido hacer balance sobre este último año en la revista W Magazine.
La también actriz es consciente de los numerosos incidentes que ha protagonizado tras su ruptura, como su detención y la de su novio, los escándalos con el alcohol o su polémico olvido de la letra del himno estadounidense durante la Super Bowl. La cantante culpa a la fama de estos excesos y se siente víctima de su fama.
En cuanto a su matrimonio, Aguilera ha sido muy clara. Tras cinco años de convivencia su relación comenzaba a hacer aguas y ambos era infieles por lo que decidió poner fin a aquella farsa que le recordaba demasiado a la infancia que rechaza.

A pesar de las críticas recibidas, Aguilera dice ser muy feliz y más ahora que sale con Matthew Rutter, que le aporta lo que ya no le daba su ex pareja.