
Llega Semana Santa y todos estamos deseando coger carretera, sin manta, e irnos a disfrutar de estos días lejos de las ciudades, el bullicio, los atascos o los horarios. Para muchos es sinónimo de desconexión y disfrute en familia, de debate entre el mar y la montaña... pero independientemente del plan elegido, hay algo que no cambia en estos días y eso es la gastronomía típica de Semana Santa.
Por mucho que nos intentemos alejar de la rutina y disfrutar de los pocos días de vacaciones, en cualquier restaurante que lleguemos vamos a encontrarnos con un menú muy típico, en el que no puede faltar el bacalao, típico de estas fechas, y las famosísimas torrijas. Hay restaurantes que, para distinguirse de los demás, han reinventado las recetas. Algunos de ellos han innovado en presentación y decoración, otros han alterado un poco la receta, pero sin perder la esencia.
El restaurante Arbidel, en Asturias, cuenta con una de las reconocidas Estrellas Michelín. En él han optado por un aderezar el bacalao con jugo rustido de pulpo, verduras y vegetales, o con centollo guisado y su pil-pil, pero también encontramos brandada de bacalao, tofe de tomate y almendras. Mientras que en Quince Nudos, han desarrollado una tempura de bacalao con romescu de algas y ensalada marina o unos deliciosos tacos de bacalao confitado, consomé de jamón y alga crujiente. Si visitamos este restaurante, no podemos dejar de lado los arroces o su queso, exclusivo de Quince Nudos. Otro restaurante asturiano que ha reinventado la gastronomía de Semana Santa es Ronda 14, fritos de bacalao con lapas al estilo chorrillana, un plato realizado con pescado frito y verduras, un plato típico de Perú.
Para los más golosos de la casa, José Fernández, pastelero de Nunos Pastelería, ha creado unas torrijas con diferentes sabores, entre las que podemos encontrar torrijas en mermelada de limón, en escabeche de frambuesa o de naranja, con petit suisse, entre otros. Las torrijas son un postre muy frecuente en estas fechas, por ello todos los restaurantes cuentan con este final de menú que endulza el pico a los golosos y es que no se suelen realizar en otra época del año.