
En el edificio ONE, que se ubicará en la isla artificial dubaití Palm Jumeirah, se ha puesto a la venta el que es hasta ahora el apartamento más caro de todo Dubai. Su valor se estima en torno a los 46 millones de euros, y estará listo en 2017.
El edificio ONE es un proyecto de arquitectura consistente en una torre de 25 pisos, que culmina con un lujoso ático descrito como un templo privado de 4.000 metros cuadrados con una excepcional terraza e infinitity pool, y ocho habitaciones acristaladas con vistas espectaculares sobre el Golfo Pérsico. El edificio también cuenta con otras instalaciones de ocio de lujo, entre las que se encuentran un exclusivo spa, un cine, biblioteca, gimnasio, varias piscinas, peluquería, y embarcadero.
El edificio ha sido diseñado por la galardonada firma neoyorquina SOMA arquitectos, y se trata de una llamativa estructura que se levanta por encima de las nubes y construida en 3 núcleos diferentes que proporcionan acceso privado a los apartamentos, con el fin de lograr un mayor grado de intimidad para los inquilinos. Los que vivan en las plantas superiores tendrán de hecho ascensores con acceso privado.
El diseño de interiores lo ha llevado a cabo la empresa japonesa Super Potato. Su nombre, que te sonará por un conocido juguete, hace honor al enfoque de este estudio, que es reutilizar distintos materiales del Japón tradicional y aplicarlos a la filosofía y practicidad occidentales. Construyen un espacio armónico, con mucho gusto, y con piezas de diseño de alta gama. El afamado paisajista Vladimir Djurovic contribuye a fomentar en el exterior ese concepto zen y sensación de quietud, impregnando diferentes elementos de tierra, aire, fuego y agua. El paisaje es de hecho otro protagonista tan importante como el propio edificio. Todo para la creación de ese verdadero templo privado.
El edificio en sí, y su ático estrella en particular, se conciben casi como una experiencia única para los sentidos, con unas vistas impresionantes sobre el mar y la ciudad bajo tus pies. Es, en definitiva, lo que podríamos llamar piso para entrar a vivir. Por 46 millones.