Vivienda

Repaso a los tres años de la hecatombe inmobiliaria



    En el verano de 2007 estallaba la burbuja inmobiliaria en nuestro país. La entonces incipiente crisis afectaba directamente a uno de los sectores con más peso en la economía española. Tres años después, el panorama ha cambiado considerablemente, el mundo entero se ha visto obligado a modificar sus bases económicas, y se trata, a paso lento, de volver a normalizar la situación.

    Baste un dato para hacerse a la idea de cómo ha sido la caída. Entre el 30 de junio de aquel año 2007 y el mismo día de 2010, la capitalización de las inmobiliarias españolas se ha reducido en una cuarta parte, como informa este domingo el diario El País en su suplemento Negocios.

    Echando la vista atrás, observamos que en el año 2006, 12 de las 35 mayores operaciones corporativas de financiación en Europa las protagonizaron las inmobiliarias españolas. A día de hoy, el panorama ha cambiado tanto, que en 2010 se prevé que en nuestro país se construyan apenas 100.000 casas, menos de la octava parte de aquel año 2006.

    Es evidente que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha afectado de forma notable a la economía de nuestro país en términos generales. Las previsiones estiman que en el año 2011, el PIB habrá caído un 5,4% respecto a 2007, por la repercusión de la crisis de este sector.

    Grandes deudas en las inmobiliarias

    La situación de las principales compañias inmobiliarias españolas es igual de desoladora. Muchas han entrado en concurso de acreedores por sus elevadísimas deudas, y otras sobreviven a duras penas, a la espera de que pueda llegar una nueva etapa de crecimiento.

    Entre las nueve principales empresas del sector (Metrovacesa, Renta Corporación, Quabit, Colonia, Fadesa, Reyal Urbis, Realia, Testa y Vallehermoso), el endeudamiento total es de 28.424,15 millones de euros, al cierre del primer trimestre del año 2010.