Vivienda

España ya no es el país con las casas más caras del mundo

    Imagen de archivo.


    Según refleja el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) España ha dejado de liderar el ranking mundial de los países con las casas más inaccesibles para sus ciudadanos. Ahora lidera la lista Canadá.

    Sin embargo, y como asegura el portal de vivienda idealista.com -basándose en este informe-, el cambio de España no obedece a méritos propios. España posee unos ratios similares a los de 2009, lo que pasa es que hay países que han visto encarecerse sus inmuebles. Por eso aunque en España el precio haya disminuido relativamente poco, en comparación con estos países, su posición en la lista se ha visto alterada.

    La vivienda en los países más desarrollados

    El informe compara a España con los 16 países más desarrollados del mundo, sin contar con China que no figura en la lista por no pertenecer a la organización. Así se mide el grado de accesibilidad a una vivienda respecto a la media histórica de alquiler y los salarios, dos medidas clásicas para saber si la vivienda está cara o barata.

    Actualmente las viviendas en España siguen siendo caras si se compara con la media histórica. De hecho, el precio actual respecto al del alquiler está un 62% por encima de la media, sólo superado por Canadá, Australia, Irlanda y Suecia. Y si se mira el precio histórico en función del salario, nuestro país tiene un precio un 43% superior a la media, por debajo de Australia, Bélgica, Holanda y Nueva Zelanda.

    La vivienda se va recuperando

    A pesar de que el precio de la vivienda está bajando, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señala que España es uno de los países donde más subió su precio entre 2001 y 2007, un 10,5% de media en términos reales. Según el informe, los precios del sector de la vivienda siguen recuperándose y aunque se respiran aires de mejora en todo el mercado inmobiliario mundial, la OCDE señala que España, Irlanda y Grecia podrían retrasarse en esa mejoría por culpa del stock de viviendas y sus débiles mercados laborales.