Vivienda

Nuevo aire inmobiliario: el teletrabajo como impulsor del mercado

  • Jorge Valero, director de Data y Transformación Digital de Aedas Homes

Jorge Valero Elías

Tras el final del confinamiento estricto en junio de 2020, la compraventa de viviendas no ha parado de crecer, como reflejan las estadísticas inmobiliarias publicadas por el INE y el Ministerio de Fomento. Ante esta coyuntura, en el sector debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Reclaman los compradores la misma vivienda que antes del Covid-19? La respuesta: No. En AEDAS Homes hemos identificado que, de forma general, la demanda ha modificado el orden de sus preferencias en algunos aspectos vitales que, hasta ese momento, parecíamos tener muy claros.

Hasta hace poco, nuestra casa no era un sitio para trabajar ni el lugar donde pasar mucho tiempo entre semana. Podríamos decir que era un espacio de paso en el que vivir los fines de semana. Pero esto ha cambiado. Actualmente, el teletrabajo ha alterado por completo la relación que mantenemos con nuestras casas. Si bien los cambios en la demanda de vivienda son lentos, en este caso hemos identificado cómo el potencial comprador ha reaccionado de forma muy rápida ante la pandemia y ha reducido notablemente el tiempo de maduración del cambio de preferencias residenciales que ha traído consigo el Covid-19.

El 35% de los que teletrabajan a partir de tres días desea cambiar de casa en dos años

Precisamente, en la última edición de nuestro Observatorio, realizado en julio de este año a cerca de 4.000 entrevistados de entre 25 y 65 años, hemos sacado a relucir una consecuencia directa del teletrabajo: aquellos que tienen que pasar más tiempo en su casa para tareas para las cuales no estaba diseñada, como trabajar, tienen un mayor deseo de cambio de casa que aquellos que no teletrabajan. Hablamos de que casi un 35% de personas que teletrabajan tres o más días a la semana desearían vivir en otra casa en los próximos dos años frente al deseo de mudanza de solo el 21% entre aquellos que no teletrabajan.

Por regiones, Madrid es la comunidad con una mayor aceptación por parte de las empresas hacia el teletrabajo. Buena muestra es que el 38% de los encuestados en Madrid teletrabaja parcial o totalmente, 9 puntos más que Cataluña y 17 más que Islas Baleares. ¿Qué impacto está teniendo el teletrabajo en el mercado inmobiliario madrileño?

Por poner en orden de magnitud los resultados, los encuestados en Madrid representan cerca de 3,8 millones de habitantes, los que están en la franja de edad de 25 a 65 años. De estos 3,8 millones, casi un millón y medio de personas manifestaron en julio que estaban teletrabajando. Sobre este millón y medio de personas, 160.000 querrían cambiar de casa a muy corto plazo, antes de seis meses; y 280.000 más lo harían en un periodo de entre seis meses y dos años.

Según el Ministerio de Fomento, en 2019 -año que debemos tomar de referencia toda vez que 2020 estuvo muy condicionado por la pandemia- se vendieron en Madrid casi 80.000 viviendas, por lo que se deduce que el teletrabajo podría impulsar con fuerza la compraventa de viviendas dado el elevado número de personas empleadas a distancia y que desearían cambiar de casa. Eso sí, siempre y cuando el teletrabajo no se convierta en una moda pasajera y las políticas híbridas acaben por llegar definitivamente a las empresas.

Ante este panorama, ¿qué necesita el inmobiliario? Parece claro: suficiente oferta que satisfaga las nuevas necesidades de una demanda teletrabajadora. En el caso de los madrileños, el Observatorio también nos dice cuáles son sus gustos residenciales: zonas tranquilas y bien comunicadas, terraza o jardín y estancias grandes -salón y dormitorios- para teletrabajar con comodidad. Un tipo de producto que acapara, casi en exclusiva, la obra nueva, pero que genera una clara oportunidad para impulsar la rehabilitación de vivienda de segunda mano con el foco en estas nuevas preferencias de mercado, aprovechando los fondos Next Generation.

Los datos nos confirman una tremenda oportunidad: existe una demanda sólida que choca con una escasez del producto que desea. Es el momento, y es ahora, de producir esa oferta.