Vivienda - Inmobiliario

¿Qué es la construcción industrializada que va a impulsar el Gobierno para construir más viviendas y reducir los precios?


Lorena Torío

"Será una herramienta fundamental para situar a España a la vanguardia de la industrialización". Así presentaba el presidente Pedro Sánchez el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de vivienda dotado por 1.300 millones de euros que busca modernizar el sector de la construcción e impulsar su industrialización, lo que permitirá ampliar el actual parque de vivienda. Pero, ¿qué es la industrialización? El líneas generales, se trata elaborar los componentes de los edificios en fábricas y luego ensamblarlos a pie de obra, lo que permite reducir los tiempos de construcción y los costes, y mejorar en sostenibilidad.

Actualmente, existen dos sistemas constructivos: 3D (total) y 2D (parcial, por componentes). Ambos están basados en la tecnología y la innovación y comparten el objetivo de mejorar la eficiencia en la edificación, pero se diferencian en el nivel de prefabricación y ensamblaje. La construcción industrializada 2D consiste en fabricar elementos planos como paneles de fachadas, tabiques, suelos o cubiertas en fábrica, que luego se transportan al lugar de la obra para su montaje. Este sistema es común en proyectos de rehabilitación o en edificaciones donde se requiere una integración más directa con técnicas tradicionales.

Por su parte, la construcción industrializada 3D implica la producción de módulos tridimensionales (como habitaciones enteras con instalaciones integradas) que se ensamblan en el sitio casi como bloques de construcción. El principal desafío de este modelo es transportar los módulos de gran tamaño.

Reduce los plazos de construcción hasta un 60%

El modelo industrializado de viviendas (tanto 2D como 3D) tiene un gran potencial para transformar la industria y ofrece una larga lista de ventajas para las promotoras residenciales. Una de ellas es que acorta los plazos de construcción hasta en un 60%. Como ejemplo, una promoción tradicional que tarda en construirse 18 o 24 meses podría reducirse a entre nueve y doce meses gracias a que los trabajos de construcción se solapan.

La industrialización también aumenta la calidad de la ejecución, y es más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, ya que genera menos residuos y emite menos C02 que el modelo tradicional. Otra de sus bondades es que más segura y que atrae a talento más cualificado, joven y femenino.

Los grandes retos

A pesar de sus beneficios, el desarrollo de la industrialización en España se ha enfrentado históricamente a varios desafíos. Desde Rebuild, la feria del sector de la edificación y la construcción, señalan la alta inversión inicial en tecnología, la resistencia al cambio por parte de la mano de obra tradicional y la necesidad de capacitación especializada como principales obstáculos que deben superarse. Además, es crucial desarrollar marcos legales y normativos que regulen el uso de nuevas tecnologías para garantizar su adopción segura y efectiva.

En esta línea, y con el objetivo de que el modelo se expanda y tenga éxito, el Clúster de la Edificación y AFI (Analistas Financieros Internacionales) propusieron recientemente crear dos instrumentos financieros destinados a facilitar el acceso al crédito a las empresas del sector. Entre los dos sumarían hasta 4.600 millones de euros de financiación, que ayudarían a construir hasta 200.000 viviendas al año, el doble que ahora.

"Para lograr su consolidación debemos eliminar barreras como la escasez de instrumentos financieros que empujen la transformación del sector hacia la industrialización, de tal forma que contribuyan a poner en el mercado el volumen de viviendas que se está demandando en la actualidad", decía Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente del Clúster y de la Corporación Vía Ágora.

"Debemos entender que el sector de la construcción industrializada está integrado por pequeñas y medianas empresas de componentes, que tienen dificultades para acceder a los instrumentos financieros públicos previstos en las etapas iniciales. Esta situación implica un fallo de mercado", añadía el directivo. Actualmente, la construcción industrializada sólo representa el 1,5% del total de viviendas en España, una cifra muy por debajo de países como Alemania o Suecia, donde este tipo de construcción es predominante (9%).