Vivienda - Inmobiliario
Los costes de construcción cierran 2022 con una subida del 12,7%
- Este año podría llegar la estabilidad de los costes, sin bajadas drásticas según ACR
Alba Brualla
Los costes directos de construcción en edificación residencial cerraron el pasado año con una subida del 12,7%. Pese a tratarse de un aumento de doble dígito, este porcentaje está lejos del encarecimiento registrado en 2021 que fue del 19%, según refleja el Índice de Costes Directos de Construcción que elabora ACR.
"El año arrancó con fuertes subidas en el precio de los materiales de construcción, que tiraron al alza del índice, motivadas por las incertidumbres asociadas a la guerra de Ucrania, el incremento del coste de las materias primas y los elevados precios del petróleo y la energía, además de los problemas generados en las cadenas de suministro", explica el director general de ACR, Guillermo Jiménez Michavila.
Algunas de estas disfunciones comenzaron a solventarse a mitad de año, principalmente de la mano de la política monetaria restrictiva, y tuvieron su repercusión en el precio de algunas materias primas, como el acero, el aluminio, el cobre o la madera, que corrigieron parte del incremento asociado a la Guerra de Ucrania.
Otras disfunciones persistieron unos meses más, retrasando la corrección de los precios. Es el caso de las partidas que cuentan con una alta dependencia del coste del petróleo y la energía para la fabricación, como los plásticos, aislamientos, ladrillos y materiales cerámicos.
La moderación que refleja el dato de cierre de 2022 hace pensar que en 2023 podría llegar la tan deseada estabilidad de costes, o que, al menos, el comportamiento del indicador podría ser más predecible. Aunque no se esperan bajadas drásticas de los costes de construcción, sí que podrían registrarse ligeros descensos en algunas partidas concretas.
En este sentido, Jiménez destaca que "solo la desaparición de la volatilidad en el precio de los materiales permitirá anticipar con cierta fiabilidad el comportamiento de los costes de construcción". A su juicio "esto será muy positivo para el sector, porque permitirá anticipar el comportamiento del mercado y, con él, analizar de forma más fiable la viabilidad de los proyectos inmobiliarios". Sin embargo "habrá que vigilar con atención el escenario macroeconómico, y muy especialmente el comportamiento de la política monetaria y el coste de la energía".
Coste de la mano de obra
Por otro lado, uno de los factores determinantes en la composición de los costes directos de construcción es el coste de la mano de obra, que, en el último año, ha mostrado cierta estabilidad, influida por el aumento en el proceso de maduración de algunos proyectos y su consecuente puesta en marcha, retrasando el arranque de algunas obras. Este comportamiento contrasta con la tendencia que venía demostrando desde antes de la pandemia, cuando era el principal factor responsable de las subidas de costes directos de construcción.