Vivienda - Inmobiliario

La subida de tipos comienza a ralentizar la demanda para comprar casa

  • La brecha entre la demanda de compra y alquiler casi ha desaparecido
  • Los precios subieron un 7,5% anual en 2022

Lorena Torío

El mercado residencial español se encuentra en un punto de inflexión. El consenso de expertos da por hecho que el actual ciclo está agotado y que en los próximos meses se producirá una desaceleración de precios y de compraventas. Uno de los últimos signos de ese cambio es que la demanda para comprar vivienda se ha frenado en el último año presionada por el endurecimiento de las hipotecas y las tensiones inflacionistas.

En concreto, el informe Experiencia en compraventa en 2022 de Fotocasa Research constata que en la segunda mitad de 2022 el 46% de la demanda de vivienda correspondió al alquiler y el 44% a la compra. Estas cifras suponen un cambio drástico con respecto a principios de 2022 y hace desaparecer prácticamente por completo la brecha entre la demanda de compra y de alquiler.

Si en febrero de 2022 doce puntos porcentuales separaban a ambos grupos, ahora esa diferencia es de tan solo dos puntos porcentuales. Esto se debe a que, por un lado, los demandantes de vivienda de alquiler -sobre el conjunto total de demandantes de vivienda- ha pasado del 38% en febrero al 46% de agosto y, por otro lado, a que los demandantes de casa en propiedad han caído hasta el 44% (frente al 50% de febrero). "La demanda de compra empieza a caer: en seis meses ha descendido en seis puntos porcentuales y sube 8 puntos porcentuales la demanda de alquiler", dice el informe del portal inmobiliario. 

"Tras alcanzar su punto más álgido a principios de 2022, se aprecia cómo la subida de los tipos de interés ha comenzado a ralentizar la demanda de vivienda. Si la tendencia continúa de esta forma, en 2023 el precio podría mostrar ajustes en el precio hacia la baja", explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

En cuanto a los demandantes que buscan tanto viviendas de alquiler como de compra, el portal explica que es un segmento que tiende a permanecer estable a lo largo del tiempo y con variaciones muy moderadas. Por ejemplo, en agosto se situó en un 10% y hace seis meses estaba en un 12%.

Precios más altos

El precio de los inmuebles es otro factor que obliga al comprador a desechar la idea de convertirse en propietario, al menos temporalmente. En 2022 se registró la subida más elevada del año, con un 7,5% anual. Aunque se espera que a partir del segundo semestre de 2023 cesen los altos incrementos y que el precio vuelva a la senda estable, este contexto de encarecimiento expulsa a los compradores con más bajos recursos.

El texto también señala que los propietarios particulares que ofertan vivienda en el mercado se han reducido medio punto porcentual en los últimos seis meses. "El furor por comprar está ocasionando que la oferta se reduzca, aumentando el desequilibrio entre oferta y demanda, lo que a su vez, tensiona los precios", dicen.