Vivienda - Inmobiliario

¿Sabes si tu edificio está enfermo? Como identificarlo y evitarlo

  • Diversos síntomas que presentan los individuos usuarios de un inmueble
  • Una ventilación insuficiente en la oficina multiplica el riesgo de enfermedad

elEconomista.es

Una ventilación insuficiente o sistemas de renovación de aire inadecuados pueden ser perjudiciales para la salud de los habitantes o usuarios de un edificio. ¿Está el edificio enfermo? ¿En qué consiste este síndrome? ¿Cómo identificarlo? ¿Cómo evitarlo?

El Ministerio de Trabajo define el Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) como el conjunto de síntomas diversos que presentan, predominantemente, los individuos en estos edificios y que no van acompañados de ninguna lesión orgánica o signo físico. Estos síntomas pueden ser fatiga mental, sensación de sequedad en las mucosas y la piel, ronquera o infecciones respiratorias, entre otras. Y es que, según el propio Ministerio "una ventilación insuficiente es una de las causas más frecuentes de SEE".

Para saber si el inmueble que frecuentamos tiene este problema, el Instituto Nacional de Salud e Higiene (INSH) del Ministerio de Trabajo de España, a partir de las recomendaciones de la Comisión de las Comunidades Europeas, estableció una metodología de evaluación del Síndrome del Edificio Enfermo que se desarrolla en cuatro fases. En primer lugar, una investigación inicial de recogida de información. Seguida de una inspección más exhaustiva del edificio. La tercera fase se centra en medir la calidad del aire, el sistema de ventilación y climatización y otras posibles causas y, por último, se hace un examen médico de los ocupantes y se dan los resultados.

Calidad del aire

Una ventilación insuficiente es una de las causas más frecuentes de esta enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunos edificios cuentan con un sistema centralizado de ventilación que distribuye el aire por las distintas áreas. Este aire circula sin renovarse y acumula microorganismos, humos o polvo que contaminan el circuito. Por otro lado, los materiales sintéticos, plásticos o disolventes presentes en las oficinas complican aún más la ventilación.

La suma de estos factores sitúa la calidad del aire en el espacio de trabajo como una prioridad para cuidar la salud de los trabajadores. La ventilación natural frecuente y un control de los niveles de humedad ayudan a conseguir unas buenas condiciones en los espacios de trabajo. Para la renovación del aire interior, los equipos de ventilación de doble flujo evitan el moho, la condensación y la presencia de organismos perjudiciales para la salud. Este sistema garantiza la pureza del aire en espacios de trabajo.