¿A qué temperatura debes regular la nevera para conservar mejor los alimentos?

Es una de las grandes dudas que tenemos en casa porque se trata de uno de los utensilios más importantes; incluso se podría decir que es el primer electrodoméstico que necesitamos. Este aparato es imprescindible, pues es la forma que tenemos para poder conservar bien los alimentos que guardamos.

De más está decir que por más frío que pongamos, no vamos a conservar mejor la comida. Cada alimento necesita una temperatura diferente, y de ahí que veamos frigoríficos con cajones específicos para verdura, donde se controla la humedad, o para carne y pescado, donde la temperatura es ligeramente inferior.

Parece fácil encontrar una respuesta a la pregunta del titular, pero no lo es; entre muchas otras cosas porque la nevera es uno de los aparatos más vivos que tenemos en casa, por no decir el que más. Es totalmente normal que tenga un movimiento constante y un continuo abrir y cerrar la puerta, sobretodo en verano.

Más allá de saber colocar los productos en los estantes adecuados, la temperatura depende del uso que le damos al frigorífico. Y como el frío inferior puede desaparecer con mucha facilidad, debemos tener en cuenta varias cosas:

- La nevera debe situarse alejada de focos de calor como el horno o radiadores.

- Es importante que no tenga su espalda pegada a la pared: lo ideal es dejar unos 5 centímetros de espacio.

- Cada vez que se abre la puerta, el frío se escapa y el frigorífico debe volver a ajustar su temperatura.

- La cantidad de productos que tengamos almacenados también afecta; cuanto más vacía esté, más frío se escapa al abrir.

La temperatura recomendada para el frigorífico son 4ºC, ya que de este modo se conservarán los alimentos en óptimas condiciones. No obstante, también se puede ajustar entre los 2ºC en aquellas veces que se tiene la nevera bastante llena y los 8ºC cuando está medio vacía.

Nevera. Imagen: Gettyimages

¿Qué hacer para mantener estable la temperatura?

1. Abrir la puerta lo mínimo, salvo lo imprescindible.

2. Colocar los alimentos en las partes óptimas.

3. No meter comida caliente en el frigorífico. Espera a que esté a temperatura ambiente antes de guardarlo para no aumentar el consumo de energía y tampoco estropear demás alimentos en el interior.

4. Descongelar los productos del congelador dentro de la nevera.

5. No llenar la nevera hasta la bandera: se recomienda dejar espacio entre los productos para que el frío se reparta íntegramente.