La explicación lógica que esconden las experiencias paranormales

Desde hace años existen mitos y leyendas que están relacionadas con experiencias paranormales. Estas historias nos hablan de extraños seres y espíritus que a pesar de que no podemos verlos, somos capaces de notar su presencia. Sombras, ruidos o incluso roces, son algunas de las señales que hacen que puedan conectar con nosotros y de esta forma aterrorizar a más de uno.

Aunque mucho se ha hablado de experiencias paranormales e incluso se han hecho películas y documentales sobre el tema, un estudio científico ha revelado que posiblemente todo esté relacionado con nuestro cerebro. Este estudio dice que las cosas paranormales están vinculadas con la percepción ilusoria provocada por una relación causa-efecto, que nos hace apreciar cosas que realmente no son.

Las experiencias paranormales podrían ser producto de nuestra mente

En este estudio de la Universidad de Deusto se realizó una prueba en la cual los participantes tenían que curar a los personajes de un juego dándoles medicina. Lo único que no sabían es que la medicina en realidad no tenía ningún efecto ya que se curaban por sí mismo, algo de lo que no se dieron cuenta por qué se la seguían dando.

Tras analizar las veces que cada participante le daba medicina a los personajes del juego, los investigadores les preguntaron acerca sus creencias en relación con las experiencias paranormales. Una vez hecho esto, se descubrió que las personas que más medicina daban a los personajes eran las que más creían en lo paranormal, un aspecto muy importante y en el cual se basaron para su conclusión final.

Según este estudio de la Universidad de Deusto, las supersticiones o lo paranormal, podría ser un sesgo cognitivo que nuestro cerebro emplea para resolver algún problema personal. Este sesgo no nos permitiría apreciar las cosas como realmente son por lo que percibiríamos de manera irracional como si de algo paranormal se tratara. En este experimento el sesgo hacía que algunos participantes creyeran que la medicina curaba aunque fuera no tuviera ningún efecto, lo mismo ocurre cuando una persona cree que un número o un color da buena suerte a la hora de afrontar ciertas situaciones, aunque no existan posibilidades reales de que eso sea cierto.