¿Por qué se nos pone la piel de gallina? Existe otro motivo que lo explica

El organismo de los seres humanos poseen algunas características que son totalmente sorprendentes. Algunas se fueron perdiendo a medida de que hemos ido evolucionando, mientras que otras todavía continúan a pesar de que su objetivo principal ya no sea totalmente necesario. Una de las más conocidas en este último caso es la piel de gallina, una forma natural de reacción que tiene nuestro cuerpo.

Existen diferentes factores o situaciones que nos provocan que nuestra piel reaccione de tal manera que nos provoque la llamada "piel de gallina". Esta forma tan curiosa de reaccionar, se trata de un mecanismo de defensa que hace que los pelos se nos pongan de punta como si de la piel de una gallina se tratase. Este efecto está muy relacionado con el frío porque es cuando más veces se da en una persona, sin embargo existen muchos más factores que pueden provocar que ocurra.

¿Por qué se nos pone la piel de gallina?

Si bien muchos pensaban que la piel de gallina era una manera que tenía el cuerpo para reaccionar ante el frío, esto ya no está tan claro. Hace años la piel de gallina, funcionaba como un mecanismo de defensa para que el calor no se fuera de entre el vello del cuerpo pero en la actualidad esto tenemos mucha menos cantidad de vello como para que esto funcione. Obviamente este sigue siendo un mecanismo natural del organismo contra el frío pero hay otro motivo por el que ocurre.

La piel de gallina se percibe al principio como una barrera para que el calor no se vaya del propio organismo pero también para la estimulación del crecimiento del pelo. La forma tan característica que luce el vello cuando tenemos la piel de gallina, estimula a los nervios capilares para aumentar el crecimiento del vello y así conseguir tener menos frío. Obviamente el vello no puede crecer de forma inmediata aunque la piel de gallina lo estimule, pero es otro de los motivos por los cuales ocurre este efecto en ciertas situaciones.