Sobrevivir a una caída libre en ascensor: la física tiene una respuesta, y no es saltar

Probablemente sea una de las experiencias más terribles que nos pueden ocurrir, pero los accidentes pasan y hemos escuchado hablar muchas veces como un ascensor se precipita con personas en su interior. En algunos casos los elementos de seguridad del ascensor frenan la caída, pero lamentablemente en otras ocasiones el ascensor termina en el fondo del hueco y los pasajeros con graves heridas o pereciendo. Siempre se nos ha dicho que para minimizar los daños en estos casos debemos saltar pero, ¿es cierto?

Por supuesto, lo primero que debemos decir es que las posibilidades de que un cable del ascensor se rompa son muy pocas -entorno al 0,00000015%-, así que nadie debe subirse a uno con este miedo. De todas formas, las escaleras siempre son una buena opción para las personas jóvenes, aprovechando además para hacer algo de ejercicio. Pero llegado el momento, ¿cuál es el mejor método para sobrevivir? Saltar en el último momento es el mito más extendido, pero se plantean varios inconvenientes, como saber cuándo saltar o que la gravedad nos permita dar un salto en esas circunstancias.

Un reciente vídeo de Business Insider explica que lo ideal para sobrevivir es, aunque no te lo creas, sentarte en el suelo. Sentarse o, si el ascensor es bastante amplio, incluso tumbarse boca arriba. Varios estudios han concluido que tumbarse en el suelo del ascensor, lo más centradamente posible, ayudará a repartir el impacto y distribuir la fuerza del golpe por todo nuestro cuerpo, por lo que las posibilidades de supervivencia aumentan con respecto a estar de pie o saltar en el último instante.

Obviamente este es un proceso que esperemos no tener que vivir nadie, pero está bien saber que en todo caso saltar en el último momento es simplemente una de las luchas patrañas que se cuentan.