Viaje del mes

El Mar Rojo: la meca del submarinismo



    La grandeza de un país como Egipto no sólo viene de su acervo histórico y patrimonial, parte muy importante de su atractivo, sino que también se trata de un territorio que ofrece experiencias inolvidables al viajero. Y es que entre su gran oferta de actividades destaca especialmente el submarinismo, que encuentra en el Mar Rojo un espacio donde practicarse como en pocos lugares del planeta.

    Situada cerca del Desierto Oriental y al sur del Sinaí, la costa del Mar Rojo es el sitio perfecto para bucear en cualquier época del año. Cuenta con un sol brillante durante los doce meses, aguas cristalinas y una espectacular riqueza de especies de coral, peces e invertebrados marinos.

    Con más de 16 metros de profundidad, Dahab, al norte de la turística Sharm el Sheikh, es uno de los mejores sitios de buceo del Mar Rojo. El fondo marino se presenta de lo más variado por sus picos de corales, valles, corredores, anfiteatros sumergidos y hermosos arrecifes cercanos a las costas.

    Dentro del Parque Ras Mohammed y muy cercano al popular y concurrido Shark Reef, se encuentra Anemone City, otro sitio de visita obligada para los amantes del buceo. Este enclave cuenta con uno de los arrecifes más agradables de la zona, característico por sus abundantes anémonas y corales.

    La costa cerca a El Quseir, en el sur de Egipto, es inmensa, con kilómetros de arrecifes apenas explorados. Sus laberintos de coral, la gran cantidad de bancos de peces y posibles encuentros con tiburones de punta blanca y rayas moteadas azules, son varias de las experiencias que se pueden vivir en sus aguas.

    También en El Quseir, está El Kaf, que contiene una gran variedad de corales y peces. Al norte de la isla se encuentra la costa más rocosa, poco frecuentada por sus condiciones de viento y marea, aunque también ofrecen excelentes inmersiones para quienes tengan más experiencia.

    La zona de Marsa Alam, en el sur del Mar Rojo, es todo un referente para la práctica del buceo. Con la ventaja de no estar tan masificada como el norte, en 2001, tras la construcción de su aeropuerto, fue elegida por el Gobierno de Egipto como nueva atracción turística de la región. Y es que sus aguas turquesas, resguardadas por una costa abrupta, invitan a sumergirse en ellas.

    Sus profundidades acogen una gran diversidad de especies y vida marina, como dugongos, tiburones martillo, grandes grupos de delfines y coloridos arrecifes de coral, que destacan por tener una vida más sana que en el norte. También es posible encontrarse con tiburones puntas blancas oceánicas o longimanus, pues Marsa Alam es una de las mejores zonas para contemplar a estos escualos.

    Un poco más al norte y más accesible para el viajero se encuentra Hurgada, que en los últimos años ha pasado de ser un pequeño pueblo pesquero a convertirse en una gran zona turística. Actualmente cuenta con más de cien hoteles, crecimiento que se debe en gran parte al buceo, siendo el segundo destino más demandado en el Mar Rojo. Sin embargo, a pesar de las numerosas construcciones, se han llevado a cabo varias medidas de conservación de la vida marina encabezadas por varias ONG's egipcias. Además, gracias a su estratégica localización, el turista podrá combinar la inmersión acuática con visitas a lugares emblemáticos, como Luxor y el Valle de los Reyes.

    Más información: www.egypt.travel