Viaje del mes

Kenia después del boom de los safaris



    Kenia se abrió al turismo con una tarjeta de presentación tremendamente exótica hace algún tiempo para el gran público: safaris. Hoy en día, cuando este producto -aún sin masificarse- se ha extendido considerablemente, el país que presume de atribuirse las raíces de familia Obama exhibe orgulloso otras muchas razones para descubrirlo.

    En efecto, en Kenia, para ser exactos en la pequeña ciudad de Nyangoma-Kogelo nació el padre del hoy presidente de EE.UU., Barack Obama. La vinculación con "el hombre más poderoso del mundo" -al menos uno de ellos- ha dado a Kenia un nuevo argumento para que se hable de ella y se reivindique su impactante naturaleza, la misma que lleva décadas atrayendo a los viajeros de todo el mundo.

    Uno de los enclaves naturales más conocidos del país africano, precisamente no lejos de Nyangoma-Kogelo, es sin duda el lago Victoria, una de las principales fuentes de las que bebe el Nilo y el segundo lago de agua dulce más grande del mundo, con una superficie de 70.000 kilómetros cuadrados. En la cuenca del Lago se encuentra también la ciudad portuaria de Kisumu, la tercera más poblada de Kenia y que destaca por su arquitectura colonial.

    La región occidental de Kenia posee otros lugares interesantes que visitar como las cuevas de sal del Parque Nacional del Monte Elgon, localizado a 140 kilómetros del Lago Victoria y que es Reserva de la Biosfera. Otras posibilidades son escalar una montaña, contemplar una nube de flamencos en la orilla del lago Victoria o -para los estudiosos de la antropología- visitar el sitio arqueológico en Rusinga donde Mary y Louis Leakey descubrieron en 1948 un esqueleto completo que superaba los 18 millones de años de antigüedad y que tenía más parecido con un mono que con un humano. Viene al caso recordar que Charles Darwin ya apuntó en el siglo XIX que los orígenes del hombre se encuentran en el continente negro.

    Quizás no esté a nuestro alcance descubrir el origen de la especie, pero el viaje sí permitirá descubrir otros secretos que conserva Kenia, como el Bosque de Kakamega, que es el último bosque ecuatorial en el país. Aunque en él no abundan los grandes mamíferos, es el hogar de una gran variedad de animales, incluyendo los monos colobus blancos y negros, el cercopiteco de cola roja, los potos -que son criaturas nocturnas parecidas al perezoso-, los gálagos, el pangolín arborícola y los leopardos.

    Para los entusiastas del senderismo, Kenia ofrece desde el segundo pico más alto de África en el Monte Kenya (5.199 metros de altitud) a las llanuras desérticas del norte. Hay una amplia gama de excursiones para elegir, desde tranquilos paseos entre colinas, a través de cordilleras, hasta rutas con altura. También hay áreas potencialmente adecuadas para recorrer en bicicleta de montaña, en Hells Gate, Meru y Lewa. Además, a medida que la popularidad de este deporte va aumentando en el país, cada vez resulta más fácil encontrar tiendas donde alquilar bicicletas de montaña.

    De dos ruedas a cuatro patas?

    En Kenia también existe una comunidad ecuestre muy activa y montar a caballo es una excelente manera de explorar las áreas silvestres. Cabalgando entre las manadas de animales se experimenta la naturaleza de cerca, casi integrándose en el paisaje. Pero si busca algo más característicamente exótico, su elección deben ser los camellos, un "medio" de transporte todavía utilizado por muchas tribus nómadas.

    Estas tierras desiertas, amplias y áridas hace mucho que se cruzan con caravanas de camellos siguiendo las antiguas rutas a través de profundos valles y a lo largo de sinuosos cauces de ríos secos. Un safari en camello es una manera única de ver Kenia. Los desiertos sin caminos y las cordilleras altas de la frontera norte son también lugares hermosos y remotos, completamente alejados del mundo moderno. Una travesía de estas características nos brindará además la posibilidad de acampar en medio de la naturaleza y de dormir bajo las estrellas evocando la sensación que tuvieron seguro aquellos primeros exploradores que viajaron por el continente intacto.

    Y del desierto al agua

    Dejando atrás los desiertos del norte, las aguas del océano Índico ofrecen una estampa bien distinta de Kenia. La costa tiene una merecida reputación para la pesca de alta mar. Además, se han puesto en marcha programas locales de marcado y liberación que garantizan una pesca respetuosa con el medio ambiente.

    Asimismo, el litoral keniata es ideal para explorar en barco y las playas perfectas para la práctica de deportes acuáticos como el rafting y el kitesurf, modalidades que atraen un turismo creciente. Recientemente se ha abierto incluso una escuela de kite surfing en Lamu, en la playa de Shela que, por cierto, está considerada una de las 10 playas más bonitas del mundo.

    Más información en la Oficina de Turismo de Kenia:
    www.magicalkenya.com