Viaje del mes
Tradición y modernidad en las Ciudades Imperiales
Castillos, palacios, museos, estrechas callejuelas... La personalidad monumental de las ciudades centroeuropeas hace de este conjunto uno de los destinos más apetecibles. Praga, ciudad de cuento de hadas, Budapest, una metrópoli formada a partir de dos pueblos tan distintos como complementarios, y la cultura y musicalidad que rezuma cada rincón de Viena... Estas tres capitales seducen al visitante, tanto por su historia como por su carácter moderno y cosmopolita.
La cercanía geográfica y cultural de estas tres urbes hace de esta ruta un viaje único para los amantes del turismo de ciudad. Unos 350 kilómetros separan a la capital checa de la austríaca, que a su vez, dista unos 240 kilómetros de Budapest.
Praga será el punto de partida de nuestro periplo. La Ciudad Dorada, sobrenombre con el que es conocida la capital checa, esconde bellos rincones. El encanto arquitectónico de esta ciudad de cuento de hadas rivaliza en gracia con sus puestos de artesanía, cafés típicos, músicos callejeros, tranvías y una exquisita -y contundente- gastronomía. Junto a todos estos ingredientes, las aguas del río Moldava, que bañan la ciudad, la convierten en uno de los rincones más románticos de la vieja Europa. Especialmente por sus puestas de sol que, contempladas desde el Puente Carlos, brindan las mejores instantáneas de la metrópoli.
Los 13 puentes y las más de 120 torres y cúpulas son motivos suficientes para que Praga posea el mayor centro urbano declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tras recorrer sus ambientadas plazas y castillos, asista a una representación en su popular Teatro Negro y posteriormente, tome asiento en algún restaurante de Mala Strana, donde, además de saborear la suculenta gastronomía checa, en la que abundan carnes y patatas, podrá degustar las cervezas más típicas.
Y desde Praga viajaremos en autobús hasta Viena, ciudad que este año merece especialmente una visita. La capital austríaca conmemora, nada más y nada menos que el 150 aniversario del nacimiento de su pintor más célebre, Gustav Klimt, uno de los principales representantes del movimiento de secesión de principios del siglo XX. Con este motivo, muchos museos vieneses ofrecerán exposiciones especiales con pinturas, dibujos y diseños del autor. Además, la Ciudad del Vals destila cultura y belleza a base de intensos contrastes en cada recoveco, deslumbrando al visitante con lujosos edificios que se extienden a lo largo de la Avenida del Ring, o con pequeños cafés y salones de té que nos recuerdan la verdadera esencia del carácter vienés.
Budapest ocupa la última página de nuestro cuaderno de viaje. Son muchos los sobrenombres que ha adquirido esta ciudad, aunque ninguno ha cuajado tan bien como el de la Perla del Danubio. Dividida entre recuerdos imperiales y tradiciones contemporáneas, la capital húngara cuenta con más de 2.000 años de historia, y es una de las ciudades más majestuosas de Centroeuropa.
Las aguas del río Danubio, que, al contrario de lo que popularmente se cree, no son azules, dividen la metrópoli en dos zonas que aunque parecen opuestas, se complementan a la perfección. En el margen izquierdo del río se respira el encantador bullicio de Pest, fusión de lo cotidiano con lo moderno, y en la orilla derecha se extiende el misterio, la calma y sabiduría de la vieja Buda, que crece alrededor de la colina que lleva el mismo nombre.
La ciudad se articula alrededor de un núcleo central antiguo y amplias calles radiales, y sorprende al visitante por su variedad: ya que conjuga su aspecto romántico y noble en el barrio de la Fortaleza de Buda, con la vivacidad y animación de Pest. Los numerosos puentes que sufren a cualquier hora del día el intenso tráfico urbano articulan ambos contextos.
Las extensas zonas verdes de Budapest y las colinas que se levantan al oeste regalan reposo y tranquilidad a una ciudad que, con el paso de los años, ha logrado sobrevivir a las comparaciones con sus vecinas europeas.
Mapa Tours propone para esta Semana Santa (del 1 al 8 de abril) un circuito por las Ciudades Imperiales europeas: Praga, Viena y Budapest, con salidas desde Madrid y Barcelona. La oferta incluye pasajes aéreos en vuelos regulares, transportes en autocar entre las tres ciudades, estancia en hoteles de cuatro estrellas en régimen de alojamiento y desayuno y guía de habla hispana durante todo el recorrido desde 918 euros.
Más información:
http://www.mapatours.com