Comunidad Valenciana

Ribera salud: "El 'modelo Alzira' sigue vigente, aquí y en otros países"


    Olivia Fontanillo

    La reversión a gestión pública directa del Departamento de Salud de la Ribera, con efectos desde el 1 de abril, "no supone el fin del modelo Alzira -de gestión en concesión-, que continúa aquí y fuera de nuestras fronteras", afirma su director gerente, Javier Palau. El ejecutivo de Ribera Salud destaca que, "mientras en los países más avanzados de la Unión Europea y de todo el mundo se apuesta por la cooperación público-privada para garantizar el mejor servicio y su sostenibilidad, en la Comunitat Valenciana retrocedemos a un modelo tradicional y conservador, propio de hace 20 años". *(Más reportajes, noticias, análisis y entrevistas en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).

    Palau recordó que hay otros cuatro departamentos de salud gestionados en concesión -Vinalopó y Torrevieja, por Ribera Salud; Manises, por Sanitas, y Dénia, a través de una UTE en la que DKV es mayoritaria y Ribera Salud tiene un 35 por ciento-. Asimismo, puso sobre la mesa, una vez más, los informes y datos que avalan la mayor eficacia y eficiencia de este modelo, que incluyen tanto estadísticas oficiales de la propia Conselleria de Sanidad, como de la auditoría sobre concesiones del Síndic de Cuentas y los estudios y análisis desarrollados por instituciones internacionales de tanto prestigio como las universidades de Harvard y Berkeley. El director apunta que todos ellos demuestran que la decisión de la Generalitat de no prorrogar el contrato de gestión con Ribera Salud ha sido "poco brillante" y se ha adoptado "sin tener en cuenta ningún criterio técnico, solo fundamentada en el sectarismo".

    En este sentido, Palau critica los "desprecios" y las formas "poco elegantes" de Sanidad en todo el proceso de reversión, que han incluido "insultos, calumnias y vacíos a la gerencia y a los profesionales" de la concesionaria. Las tensiones entre ambas partes en los últimos meses se han traducido en numerosas demandas cruzadas en los juzgados.

    A ellas podría sumarse otra más, si no alcanzan un acuerdo respecto a las liquidaciones pendientes. Las últimas ejecutadas cubrían hasta el ejercicio 2012. Palau explica que la Conselleria presentó una liquidación de 103 millones a su favor para el periodo 2013-2015, calculada de forma unilateral, sin negociación en la comisión mixta -de empresa y Administración-, por lo que Ribera Salud ha presentado alegaciones. El importe, según estimación de la concesionaria, debería rondar 50 millones, por lo que pide a Sanidad revisar conjuntamente los cálculos. Si no hay acuerdo, acudirá a la vía legal.

    Palau recuerda que existe el precedente de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que ratifica la validez del cálculo de las liquidaciones pactadas en la comisión mixta del Departamento de Salud de L'Horta Manises -integrada por la Generalitat valenciana y la empresa gestora, propiedad de Bupa Sanitas-, "trasladable a las otras cuatro áreas". La gestora de Manises, Especializada y Primaria L'Horta Manises, llevó ante la justicia la decisión de la Conselleria de modificar, de forma unilateral, en 2015, el saldo de la liquidación correspondiente a los ejercicios 2009 y 2010, que se había acordado previamente en comisión mixta.

    "Nada en los cajones"

    "Ribera Salud deja la gestión de La Ribera con unos excelentes indicadores asistenciales y nada guardado en los cajones", afirmó Palau.

    El gerente destacó que, durante los 18 años de gestión en concesión del Hospital de Alzira, los ratios de atención a pacientes y calidad en el servicio se han mantenido por encima de la media de hospitales públicos de gestión directa. Entre otros datos -cuya fuente es la propia Conselleria de Sanidad-, el gerente dijo que Ribera Salud deja el Hospital de Alzira con una demora quirúrgica media para sus pacientes 1,4 meses inferior que en el resto de hospitales de la Comunitat Valenciana; que especialidades como la cirugía pediátrica, la cirugía torácica y la cirugía cardiovascular cuentan, incluso, con demoras medias inferiores a los 25 días; que los usuarios de La Ribera soportan 15 días menos de espera que el resto de la Comunitat para obtener una primera consulta con el médico especialista; que los quirófanos del Hospital de Alzira suspendieron casi un dos por ciento menos de intervenciones que el resto de hospitales de la red pública valenciana y que el centro mejora en más de 13 puntos la media del resto de hospitales públicos en pacientes que, en función de su gravedad, son atendidos en tiempo en Urgencias.

    En prevención y promoción de la salud, La Ribera aventaja en más de 15 puntos al resto de hospitales de la Comunitat en el control de sus pacientes hipertensos y en más de 9 puntos en el caso de los diabéticos, como refleja el último informe Alumbra de la Conselleria de Sanitat.

    En cuanto a los 'Acuerdos de Gestión' de la Conselleria correspondientes al año 2017, el Departamento de La Ribera supera a la media de hospitales de la Comunidad Valenciana en indicadores como la cobertura vacunal antigripal, la del cribado universal de la violencia de género o el porcentaje de pacientes con fractura de cadera intervenidos en las primeras 48 horas. Estos mismos acuerdos reflejan que La Ribera obtiene mejor puntuación en indicadores como el rendimiento de las unidades de hospitalización a domicilio o la potenciación de la cirugía mayor ambulatoria.

    El director gerente mencionó, asimismo, el informe del Síndic de Comptes que pone de manifiesto, con datos oficiales de la Conselleria de Sanitat, que La Ribera "es uno de los departamentos más eficientes de la Comunitat, en cuanto a consecución de objetivos en los Acuerdos de Gestión y menor nivel de gasto sanitario por habitante. Esta eficiencia supone un ahorro de entre un 20 y un 25 por ciento para la Administración, es decir entre 40 y 50 millones de euros anuales. Es un informe que aunque se hizo para analizar la concesión de Manises, recoge datos comparativos de todas las concesiones sanitarias, y sitúa a Alzira en muy buena posición".

    Javier Palau critica que, con la decisión de revertir la gestión, a pesar de estos buenos resultados, "la Generalitat Valenciana rompe las reglas básicas de colaboración entre empresas y Administración, porque afianza así la idea de que no importa cómo se hagan las cosas; se haga bien o se haga mal, el resultado es el mismo, lo que pone en riesgo la calidad del servicio sanitario que se presta a los ciudadanos".

    El directivo afirma que "un alto cargo de la Conselleria de Sanidad" -del que no reveló la identidad- admitió en una reunión con responsables de Ribera Salud: "Sabemos que nos vamos a gastar un 30 por ciento más para conseguir un 30 por ciento menos".

    "Tras casi 20 años al frente de La Ribera, estamos convencidos de que nuestro modelo de gestión indirecta es más favorable para los 250.000 pacientes de la comarca que el tradicional de gestión directa, por lo que hubiera sido un ejercicio de responsabilidad que el Gobierno valenciano lo hubiera mantenido así, aunque, claro está, con la adaptación necesaria a los retos del siglo XXI. La Ribera ha situado a la Comunitat en la vanguardia sanitaria internacional. Es una pena que se pierda la oportunidad de que convivan dos modelos de gestión que pueden retroalimentarse mutuamente, en una comunidad que tiene la suerte de poder realizar un ejercicio serio de comparación entre modelos para avanzar hacia la modernidad", destacó.

    "Acciones poco elegantes"

    El director gerente de La Ribera criticó la actuación "poco elegante" de Sanidad. "Se nos ha ninguneado, al no convocarnos a las reuniones habituales con los departamentos públicos de salud, a las que hemos ido siempre, y se ha maltratado públicamente a nuestros profesionales, a los que cargos de la Conselleria han llamado nazis y tropa, entre otros insultos", señaló.

    Frente a ello, Ribera Salud asegura que en el último año, desde que Sanidad aprobó las Normas de Reversión para la transferencia de la gestión sanitaria, "la concesionaria ha sido leal a la Administración, facilitando cuanta información se nos ha solicitado relacionada con el personal, las instalaciones, el equipamiento, las inversiones y demás elementos vinculados a la gestión que hemos llevado a cabo en las dos últimas décadas, y acudiendo a los escasos encuentros y reuniones a los que hemos sido convocados, de las que se han levantado las correspondientes actas".

    Palau indicó que, "incluso, se ha ido más allá y hemos elaborado un informe que se ha entregado a la Presidencia de la Generalitat y a Sanitat, sobre posibles consecuencias que la falta de planificación del proceso de reversión puede tener en la asistencia sanitaria a los pacientes desde el 1 de abril".

    Asimismo, "hemos dejado un Plan Estratégico que busca mantener los niveles de calidad asistencial que hemos alcanzado en la comarca de La Ribera, que contempla una inversión, para los próximos diez años de 72 millones en infraestructuras, tecnología y transformación digital, que permitan asumir los retos que planteará la sanidad de las próximas décadas", concluyó.

    (Más reportajes, noticias, análisis y entrevistas en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).