Comunidad Valenciana
Medio Ambiente se ve obligada a ceder y negociar con las empresas el sistema de retorno de envases para Valencia
Olivia Fontanillo
Compromís se ha visto obligado a dar un paso atrás en la tramitación de una de sus grandes apuestas para la Comunidad Valenciana, la implantación del sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), ante la oposición en bloque de todos los sectores empresariales afectados por la introducción de este modelo, de las asociaciones de consumidores y las presiones políticas, tanto de los partidos de la oposición como de sus socios en el gobierno valenciano -PSPV y Podemos-. La consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, y su número dos, Julià Àlvaro -dirigente de la fuerza ecologista de la coalición Compromís, Els Verds, y principal valedor del SDDR- han aceptado, en una reunión con el presidente de la patronal autonómica, Cierval, José Vicente González, abrir una negociación para buscar un consenso sobre el modelo y lograr la mejora de las tasas de recogida y tratamiento de envases.
Este proceso participativo con las empresas, que llega seis meses después del anuncio de la implantación "irrenunciable" del SDDR y con el borrador de ley autonómica en tramitación, no implica, según Cebrián, una renuncia definitiva al modelo. "No hay ni un sí ni un no; hay un proceso", dijo la consellera, que descartó limitarse a mantener el sistema actual. "Trabajaremos con todas las líneas y posibilidades que ofrece la normativa", apuntó.
El presidente valenciano, Ximo Puig, ha instado, en público y en privado, a la consellera a abrir el diálogo, ante el recrudecimiento del conflicto -con Cierval, Ecoembes y los fabricantes de latas como partes más activas-, y buscar una solución consensuada, "sin imposiciones".
Lo que sí es seguro es que el cambio de rumbo implicará incumplir los plazos previstos: aprobar la norma este año y que el SDDR entrase en vigor en 2018. Si bien Cebrián indicó que la Ley de Protección Adicional del Medio Ambiente, en la que está incluido, seguirá su tramitación, el Consell necesita asegurarse el voto a favor de Podemos para que prospere. Los recelos de la formación a la implantación del sistema de depósito y retorno de envases tal y como se ha planteado en el documento inicial -reflejados en la renovación del pacto de gobierno valenciano- y la oposición de Ciudadanos y PP supondrían su bloqueo.
Posturas contrapuestas
En el primer encuentro de la mesa de negociación entre empresas y Conselleria, que se celebrará la próxima semana, se hará un "diagnóstico" de la situación y se definirán temas a tratar y el calendario de reuniones, en las que participarán los expertos de los sectores afectados -fabricantes, distribuidores, comercio y gestión de residuos- Administración y patronal declinaron dar plazos, conscientes de la dificultad de encontrar puntos de consenso partiendo de posturas tan opuestas. "Se trata de ser dinámicos", subrayó González.
El SDDR se plantea para envases de bebidas -latas, briks y botellas de vidrio y plástico-, por lo que no será sustitutivo, sino complementario, de los contenedores. Los sectores afectados creen que complicaría la gestión -tanto en producción como en distribución, logística y tramitación del retorno- y que, al coexistir con otro sistema en el resto de España, afectaría a la unidad de mercado. Todo ello, junto al coste directo para el consumidor -de 10 céntimos por envase, que recuperaría al retornarlo-, elevaría el precio de producto y repercutiría sobre el consumo, en su opinión.
Cierval elaboró, en julio, un manifiesto en contra del SDDR al que se han sumado ya 47 asociaciones y organizaciones de toda España.
Cautela ante el proceso
Empresas y representantes de sectores afectados por el SDDR han manifestado públicamente su satisfacción por la apertura de un periodo de negociación, si bien, en privado, han mostrado su cautela. La gestión realizada por Compromís en los últimos meses de otras cuestiones de relevancia para la economía de la región -como los horarios comerciales o el bloqueo del proyecto Puerto Mediterráneo, en Paterna-, en las que impuso su criterio sin diálogo, avalan las dudas.
Las afirmaciones del secretario autonómico, Julià Àlvaro, respecto a que este plan de implantación del SDDR ha sido "participativo" y se ha ido "modulando" desde el primer día, fueron recibidas con sorpresa. "No me siento desautorizado, sino reforzado", afirmó el líder de Els Verds, entre evidentes signos de incomodidad por el giro en la tramitación de su gran apuesta que contradecían sus palabras.