Comunidad Valenciana

Hurtado Rivas se reinventa y crece con la crisis del mueble


    Olivia Fontanillo

    Hurtado Rivas, empresa de maquinaria para la industria de la madera y el mueble, ha sabido aprovechar la crisis para salir fortalecida, reorientando su actividad.

    La compañía valenciana, que inició en 2009 una línea de robótica para industria agroalimentaria, que exporta a 17 países, ha abierto en los últimos meses otra línea de negocio: la compra-venta de maquinaria de fabricantes de muebles que han cerrado o declarado concurso de acreedores.

    El grupo, que ha adquirido la maquinaria de 40 empresas, ha conseguido ya operaciones de venta por 5,8 millones de euros, en Siria, Pakistán y Argelia. Alberto Hurtado, gerente de Hurtado Rivas, dice que los empresarios de otros países "han visto la posibilidad de cubrir sus necesidades de producción a precios asequibles".

    La firma señala que la demanda de maquinaria de segunda mano ha superado a la nueva, debido "al miedo a un futuro aún incierto y a la falta de financiación. Hay que tener en cuenta que entre 2000 a 2007 el parque de maquinaria nueva creció desmedidamente. Con la recesión, estaba sobredimensionado para una demanda cada vez más menguante". Hurtado afirma que "no es agradable tener que comprar líneas de fabricación de muebles o tablero en concurso, pero el mercado nos ha empujado a esta línea de negocio".

    Hurtado admite que "el ritmo de cierres de empresas ha disminuido desde principios de 2015. No obstante, a día de hoy, al no haberse vendido casi maquinaria nueva desde 2008 hasta la fecha, ya casi no hay casi maquinaria moderna de ocasión, salvo excepciones. Una situación parecida al parque de automóviles en España. Sin dinero, compramos menos y alargamos la vida del coche viejo".

    La facturación de Hurtado Rivas, que cayó hasta dos millones de euros en 2010, superó el año pasado los siete millones, de los que el 80 por ciento es exportación.