Comunidad Valenciana
El aeropuerto de Castellón abre con tarifas un 50% más baratas que Valencia
- La Generalitat subvencionará la explotación durante nueve años
- Los vuelos regulares no se esperan hasta finales de marzo
- SNC-Lavalin busca un director general español para el aeródromo
El aeropuerto de Castellón comenzó a funcionar este jueves, sin ninguna placa que recordase que en marzo de 2011 fue inaugurado por Francisco Camps y Carlos Fabra.
Tras rescatar la Generalitat la concesión y adjudicar la gestión a SNC-Lavalin, el grupo canadiense ha diseñado una estrategia de comercialización basada en las tarifas bajas e incentivos para las aerolíneas.
Sus tarifas son un 50 por ciento más baratas que las de Aena en Valencia -el aeropuerto más cercano-, un 32 por ciento menores que las de Reus (Tarragona) y un 60 por ciento inferiores a las de El Prat (Barcelona). Con todo, no son las más baratas de la Península.
El aeródromo obtuvo la autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa) el miércoles por la noche y recibió este jueves a primera hora de la tarde sus primeros pasajeros, dos jubilados en helicóptero que quisieron pasar así a la historia del aeropuerto.
La empresa no espera vuelos regulares hasta finales de marzo, con el inicio de la temporada turística. Hasta entonces, espera recibir vuelos chárter y privados. El presidente y director general de la filial de SNC-Lavalin que opera el aeropuerto, Alain Roussel, reveló que prevé alcanzar la rentabilidad a partir del décimo año, de los 20 para los que se adjudicó la explotación. Por ello, la ayuda de la Generalitat prevista para los primeros 10 años, hasta 25 millones de euros, la percibirá en nueve ejercicios. En los seis meses desde que se adjudicó el contrato ha recibido 2 millones.
El contrato prevé que la empresa pague a la Generalitat un euro por pasajero cuando supere la cifra de 1,2 millones de pasajeros anuales. No será antes de 15 años, según Roussel, ya que prevé recibir 35.000 viajeros en 2015 e ir aumentando hasta un millón en 2030. La instalación abre de miércoles a domingo, de las 10 a las 18 horas, y cuenta con 27 trabajadores, que serán 50 cuando lleguen las líneas regulares. Entre los nuevos contratos, está previsto el de un nuevo director general español.