Ros Casares ofrece a los bancos quedarse la mayoría del capital para salvar el grupo
El grupo metalúrgico Ros Casares ha presentado una propuesta anticipada de convenio de acreedores en la que propone a los bancos capitalizar buena parte de sus créditos, lo que significaría que la banca tomaría la mayoría de la compañía.
La compañía que dirige Francisco Ros García afirmó este lunes en un comunicado que la propuesta busca "instrumentar jurídica, económica y financieramente las diferentes alternativas" que, previa aprobación de los acreedores, confía en que "permitirá garantizar la continuidad y viabilidad de la actividad empresarial, con el consiguiente mantenimiento de todos los puestos de trabajo".
La empresa explica que la propuesta incluye la reducción en la participación accionarial de la familia Ros Casares -no especifica cuánto- "a cambio de que los acreedores, fundamentalmente las entidades financieras, puedan cobrar sus créditos" y también de "conservar los puestos de trabajo y poder volver a crear".
La propuesta afecta a cuatro sociedades: Grupo Ros Casares -domiciliada en Valencia-; sus filiales al 100 por ciento Ros Casares Centro del Acero -Álava- y ES Avilés 177 -Asturias-, y su filial al 50 por ciento Thyssen Ros Casares -Valencia-, en la que la otra mitad la ostenta la multinacional alemana ThyssenKrupp. La propuesta para todas las empresas es coordinada y condicionada. La capitalización de créditos afectaría exclusivamente a la matriz.
Según la propuesta, los acreedores percibirían entre el 45 y el 100 por ciento de sus créditos -unos 230 millones-, según la sociedad, con un global del 55 por ciento, contando la deuda capitalizada. Esto significa una quita inicial del 45 por ciento, que según Ros Casares podría reducirse en función de la evolución de la sociedad. La deuda no capitalizada ni eliminada se acabaría de pagar en 2024.
Problemas con Thyssenkrupp
Desde Ros Casares admiten la existencia de "discrepancias" con una filial internacional de ThyssenKrupp "con otros intereses en España" y señalan que "con 25 años de alianza no se ha evitado que algunas estén sometidas a procedimientos de arbitraje y otras a procedimientos judiciales".
Ros Casares ha demandado al grupo alemán y a sus directivos ante la Cámara de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Valencia y en los tribunales por lo que considera administración desleal de su socio, al que acusa de bloquear la filial conjunta.
Thyssen Ros Casares se ha visto perjudicada por el cierre de la filial de acero galvanizado de ThyssenKrupp en Sagunto (Valencia), Galmed, proveedora de Ros Casares, lo que motivó que la empresa valenciana pidiera una indemnización de 30 millones de euros en la Cámara y otros 69 en el juzgado de lo mercantil.
Seguir en Valencia
Según la compañía, "todas estas actuaciones están encaminadas y persiguen la misma finalidad que la propuesta anticipada de convenio", básicamente la continuidad en Valencia y en España de la actividad de las empresas fundadas hace 60 años por Francisco Ros Casares y el mantenimiento de los 425 empleos directos.
En cuanto a los indirectos, 350, sí habría un impacto "bajo", según la empresa.