Martín Martínez (Graphenano): "Un poco de grafeno ahorra hasta el 30% de materia prima"
- "Del grafeno no se conoce ni el 1% de todo lo que va a salir"
Martín Martínez (Yecla, Murcia, 1976) dejó el mundo de los seguros para emprender en nuevas tecnologías, primero con una empresa de biopetróleo (Bio Fuel Systems) y luego con el grafeno, la sustancia que está revolucionando la industria mundial. En 2012 fundó Graphenano en Alicante, con su hermano y varios amigos, y está a punto de inaugurar en Yecla la primera gran fábrica española de grafeno.
¿Cuánto queda por descubrir acerca del grafeno?
Del grafeno no se conoce ni el 1% de todo lo que va a salir. Sirve para muchísimos sectores. Hacia donde miremos puedo decir algo que se está haciendo con grafeno, plásticos, composites, polímeros..., todo lo mejora el grafeno.
Ponga un ejemplo real.
Las prótesis dentales removibles, que por dentro llevan un puente metálico para darle resistencia. En Valencia hay una empresa, Paiprotec, que acaba de terminar un desarrollo que remplaza ese arco por una resina biocompatible con grafeno, permitiendo la absorción de golpes y evitando la ruptura en las personas que tienen bruxismo.
¿En qué investiga Graphenano?
Llevamos más de 30 investigaciones con universidades, centros tecnológicos y empresas en todos los ámbitos, desde el mundo electrónico, con baterías, supercondensadores o bioelectrodos, hasta el de los materiales, con plásticos, fibras de carbono, pintura, metales...
¿Cómo organizan la I+D?
La del grafeno se hace en nuestro departamento técnico en Ciudad Real. Si es investigación de otros materiales, se hace con universidades, las tintas conductoras con la de Alicante, las baterías con la de Córdoba, el papel con la Autónoma de Madrid. Y con empresas. Normalmente estamos las tres partes. Nos viene una empresa que quiere desarrollar algo, y nos ponemos con el grupo que creemos que está mejor en ese campo.
¿Algún éxito?
Graphenano es una de las pocas empresas en el mundo que ha sabido integrar el grafeno dentro del material. Y a partir de ahí hemos sido los únicos en tenerlo integrado en algunas resinas, como el casco del equipo ciclista Movistar, hecho por la empresa Catlike, de Yecla, o en las pinturas de Iedisa.
¿Y en electrónica?
Las baterías. Tenemos un acuerdo con la Universidad de Córdoba, que con la empresa Galol ha conseguido hacer unas baterías que duran tres veces más que las de litio. Se cargan mucho más rápido y con un 40% del peso actual. Los coches utilizan baterías de plomo para el motor de arranque que miden unos 20 centímetros y pesan 13 kilos. La nuestra es un poco más grande que un cubo de Rubik, pesa menos de un kilo y puede llegar a durar 20 o 30 años. Eso lo extrapolas a un Tesla, que tiene una autonomía de casi 600 kilómetros, y con nuestra batería sería de 1.500 kilómetros y cargaría en 12 minutos si la red lo permitiese. Ya tenemos los prototipos con pilas de botón y se están haciendo para coches.
¿Cuándo habrá teléfonos flexibles?
En un teléfono se pueden mejorar muchas cosas con un poco de grafeno. La pantalla consumiría menos, la antena tendría mayor recepción, Nokia ha patentado una cámara de 40 megapíxeles con grafeno, la batería tendría tres veces más autonomía y se cargaría en 12 minutos, la placa interna tendría mucha más conductividad y se calentaría menos. Se está estudiando todo, pero una empresa como Apple no se puede permitir tener que llamar a revisión 50 millones de teléfonos porque le ha fallado algo. Hay que hacer muchas pruebas y por eso en el mundo de la electrónica van un poco más lentos que en el de los materiales. Pero no tardará.
¿Y es más barato?
Sí. Cuando añadimos grafeno a una pintura estamos añadiendo muy poco porcentaje y evita que se tengan que usar otros materiales. Es el material más ecológico de manera pasiva, porque evita que se utilicen otros. Hay un material de altísimo consumo que aún no puedo revelar que echándole un 0,5% de grafeno el fabricante se ahorra un 30% de materia prima. Con las resinas en la fibra de carbono pasa algo parecido. Esto nos permite, por la capacidad que tenemos de producción y nuestra escala industrial, venderlo más barato que la competencia para que el producto final sea rentable.
¿Hay conciencia en el empresariado de la importancia del grafeno?
Aún hay que convencerlos. El problema es que creen que el grafeno va a tardar muchos años en meterse en aplicaciones porque no hay empresas que puedan fabricarlo a nivel industrial. Nosotros les decimos: ya podemos fabricarte a gran escala e introducirlo en tu proceso productivo, y te vas a diferenciar de cualquier empresa del mundo.