Comunidad Valenciana
El Valencia CF logra su cuarto año de beneficios pero sigue pendiente de Bankia
El Valencia Club de Fútbol acabó su ejercicio fiscal el pasado 30 de junio con beneficios, por cuarto año consecutivo, y redujo su deuda un 9 por ciento, hasta 352,6 millones. Sin embargo, apenas redujo un 1,2 por ciento su deuda financiera, que ascendía a 239,5 millones, casi toda a corto plazo con Bankia.
Se trata de un préstamo de 200 millones, que sumado a otro de 81 millones de su principal accionista, la Fundación Valencia CF, también con la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, constituye el principal problema de la empresa que desde el pasado 4 de junio preside Amadeo Salvo.
El club está al corriente del pago de intereses -13 millones el último ejercicio- y tiene pactada la refinanciación del préstamo de 200 millones con Bankia, ya que se considera que puede afrontarla a largo plazo, pero la entidad mantiene bloqueada la firma de esta refinanciación hasta que se solucione el problema de la Fundación. LOS NÚMEROS DEL VALENCIA CF
Esta entidad, propietaria del 70 por ciento del capital del club, no tiene capacidad para pagar ni siquiera los intereses del préstamo, casi 5 millones al año, que hasta hace ocho meses estaba avalado por la Generalitat. Para evitar la ejecución de ese aval, el Gobierno de Fabra abonó los 4,86 millones correspondientes a 2012 en enero de 2013.
Sin embargo, un mes después, una juez de Valencia declaró nulo el aval por errores del Instituto Valenciano de Finanzas, que lo prestó para que Bancaja concediera el préstamo. El fallo dejo a Bankia sin garantías cuando la Fundación no pagó la totalidad de la cuota de intereses de 2013, el pasado mes de agosto. Todas las partes están pendientes del recurso que presentó el banco ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Venta de jugadores
El resultado positivo del pasado ejercicio se logró gracias a la venta de algunas de sus estrellas. Concretamente, gracias al beneficio de 18,3 millones de euros por los traspasos de Jordi Alba al Barcelona y los de Pablo Hernández (Swansea), Moya (Getafe) y Aduriz (Athletic), realizados en julio y agosto de 2012.
El beneficio consolidado fue de 4,59 millones, un 13,7 por ciento menos que el año anterior, tras bajar los ingresos ordinarios un 5,3 por ciento, hasta 113 millones. A pesar de la paulatina reducción de gastos generales y de la plantilla -excepto en 2012, al elevar el Gobierno el IRPF de los jugadores extranjeros-, el club ha necesitado en los últimos años un colchón de entre 20 millones y 25 millones por traspasos realizados en los primeros meses del ejercicio -otras temporadas fueron Villa, Silva o Mata-, para terminar en beneficios.
Es una estrategia que instauró el que fue presidente desde 2009, Manuel Llorente, y que se mantiene. Para el presente ejercicio, el Valencia cuenta ya con el traspaso de Roberto Soldado por 30 millones el pasado mes de agosto.
El problema para esta temporada es que el equipo no juega la Champions League, lo que reducirá sus ingresos en unos 15 o 20 millones. Por ello, ha presupuestado 25,8 millones de beneficios por traspasos y reducirá los gastos de personal un 9,3 por ciento.
La empresa ha renegociado la deuda de 15,3 millones que mantiene con FCC y Bertolín por las obras del nuevo estadio y el pasado mes de julio tenía previsto acabar de devolver un préstamo de 50 millones a Fucsa, empresa del presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig.
La Generalitat no recupera el dinero
El Gobierno valenciano accedió a pagar 4,86 millones de euros de los intereses de la deuda de la Fundación Valencia CF cuando aún era avalista de ella, para evitar que Bankia ejecutase el aval de 81 millones, como había hecho un año antes SabadellCAM.
La entidad catalana ejecutó sendos avales que el Instituto Valenciano de Finanzas había prestado al dueño del Hércules (18 millones) y del Elche (9 millones). Entre los tres, casi 32 millones, que la Generalitat no ha recuperado.